Ronald Acuña, el jugador franquicia de los Bravos de Atlanta apuntaló cuatro apartados ofensivos tradicionales
Harold Capote Fernández
Al salir del juego de este domingo, concluido el mismo 1er inning, Ronald Acuña Jr. concluyó lo que fue una de las temporadas más fantásticas en los más de 100 años de existencia del beisbol de las Grandes Ligas; el sabanero marcó un antes y un después además de que estableció cifras que lucen realmente complicadas de equiparar, sea en el corto, mediano o largo plazo.
En ese partido contra los visitantes Nacionales de Washington, como de costumbre alineó en el jardín derecho y primer bate de los Bravos de Atlanta, consumió un solo turno y abanicó la brisa ante los envíos del abridor Jackson Rutledge.
En el aspecto defensivo, participó en 156 duelos en el jardín derecho, compuestos por 1361 entradas, 10 asistencias, 1 doble plays, 5 errores y porcentaje de fildeo en .983. Solo en dos ocasiones estuvo como bateador designado.
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El Pepazo/Meridiano
