Innovación en terapia capilar. El bótox no solo sirve para disminuir las arrugas del rostro. La toxina botulínica supone una nueva herramienta antialopecia que se une a los tratamientos tópicos, con láser, orales (minoxidil y antiandrógenos) y quirúrgicos (trasplante capilar).
La toxina botulínica, más conocida como bótox, es un tratamiento conocido para reducir las arrugas faciales de expresión. Sin embargo, su aplicación se ha expandido a varios otros campos médicos, incluyendo el tratamiento de ciertos tipos de alopecia, como es la alopecia androgénica, que es la pérdida de pelo más frecuente.
La toxina botulínica es un fármaco relajante muscular. Según Diana Camacho, dermatóloga/ tricóloga, “la hipótesis detrás del uso de la toxina botulínica para tratar ciertos tipos de alopecia se centra en esta capacidad para relajar los músculos, permitiendo así una mejor circulación sanguínea y nutrición del folículo y, potencialmente, promoviendo el crecimiento del cabello. Además, parece que el bótox bloquea la liberación de sustancias que disminuyen el crecimiento del cabello, por lo que este podría ser otro mecanismo de acción”.
Actualmente realizamos estas infiltraciones de bótox en pacientes con hiperhidrosis (sudoración excesiva) en cuero cabelludo dentro de nuestra unidad de Salud Capilar del Hospital Ruber Internacional y de la Clínica Dermatológica Internacional. Este tratamiento consigue disminuir la sudoración del cuero cabelludo. Además, al actuar sobre la glándula sebácea, se consigue mejorar la seborrea en los pacientes tratados con toxina botulínica.
Camacho afirma que “se trata de un tratamiento relativamente rápido y que puede realizarse en un entorno ambulatorio sin necesidad de anestesia. El tratamiento completo se realiza en 15 minutos y el paciente puede incorporarse a su vida normal. Se suelen necesitar dos o tres sesiones al año.”
Como efectos secundarios se incluyen el hematoma, dolor a la infiltración y cefaleas, pero se trata de un tratamiento seguro y bien tolerado.
Bótox en combinación con otros tratamientos para la alopecia
Existen estudios que confirman que la infiltración de bótox en el cuero cabelludo aumenta el efecto anticaída del minoxidil oral o la finasterida, por lo que este tratamiento puede ser combinado con los tratamientos de base que realice el paciente.
Este nuevo tratamiento no es la solución definitiva de las alopecias. Camacho asegura que “comparada con otras opciones de tratamiento como los trasplantes capilares, medicamentos sistémicos, o terapias tópicas, la toxina botulínica ofrece una alternativa menos invasiva. Sin embargo, su efectividad parece ser más limitada en comparación con estas otras opciones terapéuticas”.
En resumen, los dermatólogos contamos ahora con una nueva herramienta para prevenir y tratar la pérdida de pelo hormonal y mejorar la calidad del cuero cabelludo. El uso de bótox se une a los tratamientos tópicos, con láser, orales (minoxidil y antiandrogenos) y quirúrgicos (trasplante capilar) como tratamiento antialopecia. Estos tratamientos pueden utilizarse de forma aislada o bien de forma combinada. La combinación de tratamientos se ha demostrado que potencia la mejoría de la densidad capilar del cuero cabelludo.
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