«En el fondo saben que no engañan a nadie, saben que viven una mentira y aceptan la fantasía colectiva para ayudarse a ignorar, y seguir ignorando, lo terrible que son”
CREENCIA POPULAR
Luis Semprún Jurado
“Camaradas, camaradas, apenas si empiezan a llegar las interrogantes de las cosas que nos traerá este 2024 que apenas acaba de comenzar.” Dijo Anacleto, haciendo una pausa para darle un jalón al cigarrillo que fumaba. “« ¿Y ahora qué?» sigue siendo la pregunta más importante que debemos hacernos, ya que, aunque pueda parecer muy promisorio, el futuro siempre es incierto. ¿Qué nos espera?, ¿Qué vamos a hacer?, ¿Cuáles son las opciones?, siguen teniendo el valor de su incógnita, porque de que la crisis no se ha superado del todo es una verdad más grande que la bola’el gas. Sin embargo, ante un problema, un verdadero revolucionario no se sienta a esperar por una solución caída del cielo; actúa para tratar de resolverlo. ¡Es el deber ser! Decía El Che (sic): «La revolución no se lleva en los labios para vivir de ella, se lleva en el corazón para morir por ella». Cierto es que la mentira, la fábula, el engaño y la traición ahora tienen un lugar en la calle, al que les han llevado la opudrición maricorinista y sus borregos. En el fondo saben que no engañan a nadie, saben que viven en una mentira y aceptan la fantasía colectiva para ayudarse a ignorar, y seguir ignorando, lo terrible que son. Esa es la oposición que tenemos y que hemos tratado de lograr que cambie. Porque también es cierto que necesitamos una oposición, una oposición seria, democrática, patriota, que anteponga el bienestar de la nación ante la «ambición personalista» de algunos/as y que «líderes o lideresas». La que tenemos se mata entre sí sin ni siquiera notarlo y creen que no es problema. Son personas que tienen una baja autoestima y que no saben aceptar la vergüenza que debiera darles todo el mal que nos han hecho; son personas se esconden detrás de una máscara o una fachada, y pretenden ser alguien que no son. Sin embargo, en el fondo, saben que no pueden engañar a nadie, ni siquiera a sí mismas. Saben que su vida es una mentira, y que no son felices ni auténticos, y mucho menos «queridos». Pero en lugar de enfrentar la realidad y cambiar, aceptan la fantasía colectiva que les ofrece la sociedad, el grupo al que pertenecen y/o las redes sociales. Esta fantasía colectiva puede ser una loca, una ideología, una religión, una moda, una adicción, o cualquier otra cosa que les haga sentir parte de algo más grande que ellos. Así, se ayudan a ignorar, y seguir ignorando, lo pobre que son, su falta de honestidad, de valor y de amor propio, todo lo que les impide vivir una vida plena y verdadera. Camaritas, ¿se han preguntado que quería decir La Loca, sobrenombre que supuestamente impuso Henry en una reunión del G7, con eso de «hasta el final»? ¿Sería: hasta el final del día, de la semana, del mes, del año, de la espera, del mundo, de lo que decida el gobierno yanqui, de sus fuerzas, de su esquizofrenia o de sus caprichos? ¿Sería que sonaba bonito como slogan, parecido al de «la salida»? ¿Sería que quería decir que apostaría todo lo que tiene para lograr su tan ambicionada meta, así quedara en la carraplana? Una de las peores características de este «personaje», unida a su soberbia, es su arrogancia, eso que la lleva a creerse superior a los demás y tratarlos con desprecio o indiferencia; es vanidad, egoísmo y simplemente inseguridad, o todo junto. Además, suele ser altanera, presuntuosa, jactanciosa y desafiante, lo que genera rechazo y conflicto en los demás. Sin ser psicólogo podría decir que su arrogancia surge como consecuencia de la necesidad de alimentar o proteger un ego frágil, por la asumpción de una imagen distorsionada. Y pensar que a un personaje así lo promocionen como la pepa’el queso. Bueno camaritas, eso en vez de aclarar obscurece el panorama, porque cree que el fraude de las primarias le da legitimidad a su aspiración. Por eso fue a la CSJ a ver si la habilitaban. Creo que se debe buscar un buen sofá para sentarse, porque parada se va a cansar si piensa que éste lo hará.”
Mientras Anacleto seguía hablando a su audiencia, recordé la vez que una joven diputada trató de importunar al gigante Hugo Chávez cuando éste presentaba en el 2012 su memoria y cuenta ante la AN y éste le respondió (sic): “Diputada, usted está fuera de ranking para debatir conmigo (…) Usted me llamó ladrón delante del país. No la voy yo a ofender ¡Águila no caza mosca!”. Los venezolanos sabemos quién era la joven diputada; su arrogancia mostró la distorsión que tenía de su imagen y su aparente ego elevado con el que trataba de compensar las carencias de autoestima. A esta fecha, no ha cambiado para mejor sino para peor. ¡Ahora se “siente” rankeada! No entiende que Nico ni la toma en cuenta. Bueno, la pelea entre los pupusitores está como diría un goajiro, “a hacha, cuchillo y machete”: Hay quienes confiando en dicha inhabilitación, aspiran a ser candidatos a dedo en el próximo proceso electoral. Otros, que no participaron en el fraude de la “primaria” también andan en precampaña. Ya empezaron a sacarse los trapitos sucios, pero ¿propuestas importantes?, ninguna.
Mientras en el mundo existen problemas a granel en el ámbito geopolítico que pueden conducir a una tercera guerra mundial como la desnazificación de Ucrania, lo que unos llaman “apartheid” y otros genocidio en Palestina, injerencia gringa en Taiwán, saboteo del gasoducto Nordstream, robos de crudo en Siria e Iraq por parte de EEUU, bloqueo a la salida marítima del Mar Rojo por parte de Yemen a barcos que tengan comercio con Israhell, y pare de contar, y mientras continúa la crisis que afecta a todos los que vivimos en Venezuela, todavía la opudrición lacaya sigue con sus intentos de desestabilizar al país intentando asesinar a nuestro presidente, tratando de traer de nuevo el caos a las calles, lavando la cara a los delincuentes de cuello blanco y a los politiqueros, y solicitando más y más sanciones y bloqueos. El problema con la carrera de ratas es que gane quien gane sigue siendo una rata. Pero digamos como el Che: «Seamos realistas y hagamos lo imposible. Seamos la pesadilla de los que pretenden arrebatarnos los sueños» y “La única lucha que se pierde es la que se abandona”.
En su mensaje a la nación, Nico reveló que los cuerpos de inteligencia del Estado lograron neutralizar varias intentonas y entre ellas un magnicidio. Sin ahondar en ello se supo que existen 31 personas detenidas que en sus interrogatorios han delatado a sus cómplices, entre los cuales hay periodistas, ex-militares, abogados y otros que se autodenominan activistas de Derechos Humanos. La opudrición trata de banalizar estos hechos y los tilda de “cortina de humo”, porque fracasó nuevamente en sus intentos de la toma del poder. La mentira de la neutralidad cómplice de algunos nos muestra su verdadera cara, así como la trampa y el mantra de la actitud “antidemocrática”. Todo para favorecer y beneficiar a los responsables de estos casos, que sin duda los convierte en cómplices de las mentiras que los sostienen o justifican. De haber tenido éxito estarían de fiesta y no pensando en la enfermedad que ahora alegarán tener para solicitar “ayuda humanitaria”. Son tan cobardes que no se hacen responsables de sus propias decisiones. ¿Cuantas conspiraciones más habrá?
¿En qué momento entenderá el gobierno de EEUU que tiene mucho más que perder continuando con las más de 900 sanciones contra Venezuela que poniendo en su lugar a los dirigentes opositores majunches? No podemos controlar los avatares que nos depara la vida; estos ocurren sin que te des cuenta. Y al ocurrir te llevan a hacer otras cosas, hasta que al final todo queda en algo que puede ser verdad o mentira. Decía Napoleón Hill: “Así como nuestros ojos necesitan luz para ver, nuestras mentes necesitan ideas para concebir”. Cada quién toma sus propias decisiones de las que debe hacerse responsable porque, ¡qué cosa tan difícil es la vida para el humilde, y sin embargo qué humana y que real! Y que cosa, ¿no?, el humilde es casi siempre más honesto y no posee una memoria parcializada, pero recuerda siempre quienes han sido y son sus verdaderos verdugos, su inestabilidad y su hambre. Y como valiente guerrero, lucha contra los vendedores de ilusiones que tratan de engañarle de nuevo.
El Pepazo