El 17 de febrero, en Riad (Arabia Saudí) tiene lugar el combate que tantos años ha esperado el boxeo, que es no es otro que el de la unificación de todos los títulos del peso pesado. La batalla la librarán Tyson Fury y Oleksandr Usyk. El ucraniano aporta los tres cinturones que en su día le arrebató a Anthony Joshua, mientras que el británico pondrá en juego el del WBC.

Lo que tantas veces se ha negociado, ha sido posible gracias a Arabia Saudí, y en concreto a la apuesta por este deporte del ministro y asesor de la Casa Real de este país, Turki Al-Sheikh, conocido en España por ser dueño de la Unión Deportiva Almería de fútbol. Llevar a cabo el combate que proclamará a un campeón indiscutido es algo que no se da en el boxeo desde el año 1999 y por tanto será un acontecimiento de máxima expectación.

En vista de la magnitud de este combate, los organizadores han realizado un tráiler de la pelea que es sencillamente espectacular. En su inicio, la ambientación tiene lugar en un pueblo del Lejano Oeste, pero poco a poco tanto el escenario como los personajes van cambiando.

Según ha declarado hoy John Fury, padre del campeón del WBC, lo que le pasó a su hijo contra Ngannou «fue una llamada de atención necesaria para despertar». El patriarca del clan Fury, añadía en Betfred: «Tyson sabe mucho, tiene corazón, demasiada habilidad, determinación y es demasiado grande, por lo que estando al 70% será suficiente». Ahí se equivoca, pues en un combate limpio contra ‘The Cat’, el 70% es derrota asegurada.