José Cedeño
Un crisol de razas, n crisol de razas es Venezuela, aunque el concepto sea erróneo lo hice con toda intención, lo correcto sería crisol de culturas o de etnias, así que la palabra razas referida a los humanos no aplica porque la raza humana es una sola.
Nosotros tenemos sangre africana, europea, originaria y no tenemos problema por eso, raras excepciones, pero no solo eso nos divide sino el estatus social, la religión y hasta la política, pero hemos aprendido a vivir reconociendo y respetando a nuestros semejantes, no es perfecto, pero funciona.
Hace algunos años escuché a Fidel decir: «Nuestro petróleo es malo, pero es nuestro petróleo».
El conflicto del Medio Oriente es el tema de nunca acabar, y por ahora en un futuro cercano no se vislumbra la paz. En mi humilde opinión, es un conflicto de reconocimiento, tenemos dos adversarios que se disputan un mismo territorio, no deseo entrar en el tema de quién tiene la razón, lo que puedo entender es que, por un lado está Hamas, un partido político que gobierna la franja de Gaza, y por el otro lado tenemos a los Sionistas que es un partido político que gobierna Israel; pero Hamas no representa la totalidad del pueblo Palestino ni los Sionistas representan la totalidad del pueblo de Israel.
El desacuerdo que los ha llevado a una guerra sin fin es que Hamas lucha por el exterminio de Israel y los Sionistas no aceptan a Palestina y desean su desaparición al peor costo, erróneo sería ponerse de un lado o de otro mientras dure esa posición intransigente que lo menos que nos va a llevar es la paz.
En todos los países del mundo y en todas las edades han existido diferencias, aprendamos a vivir con ellas o será el fin de la humanidad.
Recuerdo el cuento infantil «El Patito Feo» que fue discriminado por sus hermanos y hasta por su propia madre y de hecho no era feo, era diferente.
En una sociedad enferma, la diferencia de paga.
El Pepazo