En realidad repiten la maravillosa experiencia llevada a cabo en la Biblioteca Pública María Calcaño, donde la audiencia quedó conmovida con el poder de la palabra y las sonoridades del tándem Hija/Padre, desplegando sus facultades en música y poesía, como lenguaje poético experimental
Alexis Blanco
Con suma terneza anunciamos este evento poético-musical que tendrá lugar en la sala “Sergio Antillano” del Teatro Baralt, a las tres de la tarde de este viernes 8: la violinista Rosángela, junto con su padre, el poeta Carlos Ildemar Pérez, ofrecerán un exquisito recital.
En realidad repiten la maravillosa experiencia llevada a cabo en la Biblioteca Pública María Calcaño, donde la audiencia quedó conmovida con el poder de la palabra y las sonoridades del tándem Hija/Padre, desplegando sus facultades en música y poesía, como lenguaje poético experimental, que, además, celebra los treinta años de la Cátedra Libre de Poesía, en una experiencia artística de diálogo que integra la sonoridad del poema y el sonido poemático del violín de Rosángela Pérez Molero.
Lo cual -resaltan ambos-“propicia una interacción plural centrada en la fusión del proceso poético que desemboca en la rítmica del lenguaje metafórico ajeno a patrones previos.
Entre el sonido musical y el sonido verbal se gesta y nutre la imagen del universo plurisígnico a través del violín y del poema que pre y post textualizan los hallazgos de la realidad sonora para el intercambio de ser síntesis fluyente, y donde las significaciones al uso son transformadas en estructuras expresivas metapoéticas.”
El poeta Carlos Ildemar Pérez ha creado una extensa obra poética, tan constante y convincente, que se distingue como una voz destacada en la poesía venezolana actual, dentro de la cual destaca su poesía de carácter experimental.
Por su parte, Rosangela Pérez Molero, quien mañana regresa a Buenos Aires, ha desarrollado un lenguaje experimental desde la improvisación musical, que le ha permitido realizar con éxito obras colaborativas con diversos artistas de otras artes.
Con estas lecturas en voz alta de poesía y violín experimentales, se da inicio a una propuesta nueva en Maracaibo del hecho poético, aún cuando en otros países europeos y tan cerca como Brasil disponen de una dilatada experiencia en esta materia, pero en Venezuela no, por lo tanto es necesario abrir cauces de estudio e investigación ajenos o a contracorriente de los modelos consagrados de la poesía formal y tradicional.
(Alexis Blanco. Fotos cortesía del poeta CIP)
El Pepazo