« Lo que llaman «opinión pública» no es el resultado del pensamiento reflexivo de la gente; es en realidad una «opinión mediática», creada por el interés del poder que los controla.”
JOSÉ LUIS SANPEDRO
Luis Semprún Jurado
“Bueno, apreciados y respetados camaritas” – se le escuchó decir a Anacleto con voz fuerte y sonora – “Como dicen en el mundo del espectáculo «el show debe continuar» y yo le agregaría «hasta el final», como ha dicho La Loca, llamada así por sus colegas del G7, G4, G3 o como se llame ahora. Quizá muchos entienden lo que ella ha querido expresar con esa frase, pero, para los que no, ya escuchamos en voz de uno de sus voceros, un consumidor de estupefacientes, otrora buen actor, devenido en majunche, la explicación de lo que para ellos eso significa: caos, guarimbas, violencia y pare de contar.” Hizo una pausa para darle un jalón al cigarrillo que fumaba, lo apagó y siguió: “Eso lo dice desde la comodidad de un sofá en el extranjero, sin que exista peligro alguno para sí ni para sus familiares, especialmente su prole, y para exacerbar los obscuros deseos de la podredumbre majunche mayamera. ¿Por qué no se viene a Venezuela a dirigir esos planes? ¿Por qué no se trae a su familia para que lo ayude en eso? ¿Por qué tienen que ser los hijos de los pendejos los que arriesguen su vida en una aventura sin futuro como esa? ¿Por qué no tiene miedo al «supuesto» accionar de los «supuestos miembros» del Tren de Aragua que el gobierno «supuestamente» envió a EEUU para causar caos y violencia? Sencillamente porque sabe que eso es un invento más, dirigido por el venado asesino de Simonovis, quién, según se rumora, está metido hasta los tequeteques en el caso del ex-militar, del grupo de la Operación Brazalete Blanco, asesinado en Chile porque «sabía demasiado y se le podía ir el yoyo». ¡Más claro no canta un gallo! Cambié la reunión de ayer para hoy porque quise escuchar lo que tenía que decir en su «rueda de palangristas» la autoengañada. ¡Nada nuevo en el horizonte! Decía José Luis Sampedro que lo que llaman «opinión pública» no es el resultado del pensamiento reflexivo de la gente, y que eso pasa por dos razones: una, no estamos educados para pensar y mucha gente no razona, no piensa sino que actúa visceralmente; dos, es que el poder económico controla los medios de información e inculca las ideas a través de ellos. Según él, la opinión pública es en realidad una «opinión mediática», creada por la educación y por los medios y ambas cosas son el reflejo del interés del poder, porque el poder controla la educación y controla los medios. Por eso, cuando el hijo de Biden sale desnudo o con drogas y menores de edad, no es un escándalo y lo desaparecen rápido; pero si es el hijo de Nico, de Diosdado, o de Jorge… ¡Válgame Dios, qué inmoral y bajo! ¡Que gentuza esa! ¡Chavistas tenían que ser! Pero ya sabemos de la confabulación de los medios de desinformación global contra el minúsculo país en tamaño, pero gigante en dignidad, como lo es Venezuela, que ha osado enfrentar al imperio hegemón y éste no ha logrado hacerle arrodillar. Sí, camaritas, ¡el pueblo nuestro las tiene bien puestas! Ya tenemos encima la fecha de la cita electoral. La autoengañada sabe que seguirá INHABILITADA, haga lo que haga, y que el pueblo acudirá a expresar su opinión. El «Show debe continuar», aunque todos conozcamos el resultado. ¡O sea!”
Desde que el TSJ ratificó la inhabilitación de 15 años a la autoengañada, que le impide competir en las elecciones, la “opinión pública” ha estado muy activa. En especial, los bots en las redes sociales se han encargado de tratar de crear la sensación de que “todo el mundo” la apoya y cuidado si te atreves a contradecirlos, porque recibirás insultos y amenazas como respuestas. Se aprendieron bien el décimo primer artículo de Göbbels: “Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.” Pero no sólo ese, sino que también el séptimo: “Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.” También el de transposición: Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
Asombra ver como se mantienen vigentes esos principios de la propaganda nazi. Pero olvidar la Historia es un castigo. Decía Cicerón que “La Historia es maestra de la vida. La Historia es genuina testigo del tiempo, luz de la verdad, memoria de la vida, maestra de la vida y mensajera de la antigüedad”. Delante de nuestros ojos nos están presentando ideologías nazis y sionistas, además de fascistas, como si fueran la salvación del mundo, cuando en realidad son horrendos procedimientos para aniquilar la libertad, la dignidad y el bienestar de los pueblos; sólo obedecen a las instrucciones emanadas del hegemón imperial gringo-sionista, que desea dominarlos y apoderarse de sus recursos naturales. Lo peor es que la ONU se lo está consintiendo, olvidando la historia más reciente. La Reina Amidala decía: “Así muere la democracia, con un estruendoso aplauso”. Sin embargo, al mismo tiempo vemos como ante la dificultad nacen las oportunidades y de ellas el milagro del pueblo venezolano que con dignidad y bravura ha sabido resistir y rechazar los embates de la cipaya opudrición criolla.
Nada de esto es nuevo para la opudrición. Es la repetición de su pasado reciente tan sólo con el cambio de reparto. Ahora funge como “protagonista” un personaje “loco y diabólico”, como lo definiera el G7, G4, G3 o como se llame ahora, que desarrolló en su infancia un enorme complejo de inferioridad, que trata de cubrir con su actitud por demás altanera, arrogante, soberbia, racista y elitesca. Así forjó su carácter. No olvidemos que la posición económica de su familia la salvó de depender de las decisiones de profesores que le ayudaron en sus estudios; luego el fracaso amoroso. No podemos entender que ella misma se autodenominara “excelsa”, autoengaño que le permitió formar su carácter, y con el que sigue engañando y “confundiendo” a los demás. Siempre ha tratado de dar la impresión de ser una ciudadana de “primera”, en relación a la gente que en su mundillo político-empresarial la rodea, aunque todos la conocen como una “hijita de una familia con reales”. De todo eso sólo nos queda un personaje loco y resentido, con un gran complejo de inferioridad.
Lo más impresionante de todo es que a esta enana política, resentida y con complejo de inferioridad, parece no importarle el expediente maléfico que ha creado con sus acciones en contra del pueblo venezolano, porque eso de que “las sanciones son sólo para Maduro y su combo” ya no lo cree nadie. ¡A todos nos afectan, y cómo! Sigue poniéndose al lado de los enemigos de la patria (porque no la siente propia) y sigue pidiendo más penurias para sus conciudadanos. Dice que irá “hasta el final” y para quienes no lo tenían claro, ya Orlando Urdaneta se encargó de aclararlo: violencia, caos, guarimbas, y pare de contar. Lo que no dice es que sus hijos no participarán de esa riesgosa cruzada, porque los tiene a buen resguardo en el exterior para que no les pase nada; sólo los hijos de los pendejos serán carne de cañón, como en el pasado reciente. Ah, y la sarta de delincuentes que contrataron para la operación Brazalete Blanco tienen que ser eliminados porque saben demasiado, estén donde estén. Se tiene que cuidar a los detenidos para que sigan cantando y se sepa toda la verdad.
Para parte de la oposición venezolana, esa llamada “opudrición” y/o “pupusición”, el show debe continuar para llamar la atención “internacional”, a pesar de que ésta está enterada de la realidad, y presione al “rrrrrrrégimen” a complacerles. Acusan a Nico de todo lo malo que ocurre en el exterior con venezolanos. Bueno… Borges aseveró que los venezolanos en el exterior son una enfermedad contagiosa lo que ha creado la “venezolanofobia” hacia nuestros compatriotas. Sabotearon y/o destruyeron lo bueno de las Misiones Sociales Bolivarianas y ahora dicen que nunca sirvieron. Pero se van a quedar con los crespos hechos. No hay poder sobre la tierra que obligue al bravío pueblo a renegar a sus creencias y principios de dignidad, libertad y democracia. Eso no lo pueden comprar, tal y como se ha demostrado durante tantos años. La cantaleta de que “son mayoría” cae en oídos sordos. ¿Quién de la oposición, con el pasado sórdido que tienen, puede salir a pedir tu voto? Las oportunidades nacen de las dificultades y creo firmemente que por fin vamos avanzando con el timón firme.
El Pepazo