La joven víctima de abusos sexuales por parte de cuatro jugadores del Velez Sarsfield a los que se les sigue juicio dice: «Mi alma está desgarrada. Mi vida es un infierno». «Di mi consentimiento para ir voluntariamente al hotel pero todo lo que pasó después no estuvo consentido. Yo no estaba en mis cabales».
Sosa está en libertad condicional, mientras que sus tres compañeros cumplen arresto domiciliario en Tucumán.
La supuesta agresión sexual se produjo la noche del 3 de marzo en la habitación 407 del hotel Hilton de Tucumán.
José Inesta de TN.com.ar ha publicado la estremecedora y desgarradora declaración de la denunciante ante la jueza Eliana Gómez Moreira del Tribunal de San Miguel de Tucumán.
«Primero que nada voy a arrancar diciendo que para mí esto va a ser mi prisión, porque mi vida es un infierno y una cárcel desde hace tres semanas, me parece una locura. Yo tengo miedo de que se fuguen. Los medios económicos los tienen y las posibilidades también. No me parecería justo que ellos pasen lo que queda del juicio en una casa, en un country, con pileta, con un arco de fútbol pasándola bien cuando mi vida es un infierno hace tres semanas».
No solamente me han quitado la dignidad, la sexualidad, me han quitado la carrera, los sueños, la felicidad, la sonrisa y sobre todo, las ganas de vivir
«Yo no puedo ir a ningún lado sola. Me han filtrado la cara por chats de parte de ellos. Ese celular no es mío, los mensajes no salen de mi celular tampoco. Me han filtrado el domicilio. Me han filtrado el DNI, el nombre y todo. No puedo ir sola, ni siquiera comprar un libro al shopping por la mirada de la gente. Los comentarios que me han llegado han sido aberrantes. No solamente me han quitado la dignidad, la sexualidad, me han quitado la carrera, los sueños, la felicidad, la sonrisa y sobre todo, las ganas de vivir pero sigo viva y sigo más fuerte que nunca y yo por eso voy a denunciar para que se haga justicia».
Yo di mi consentimiento para ir voluntariamente, pero todo lo que pasó después no estuvo consentido. Yo acepté ir espontáneamente todo lo que sigue después no lo acepto
«No acepto voluntariamente ir a un hotel con cuatro personas, poniendo textual que no se desubiquen, yo en ningún momento digo sí ‘fiesta loca para todos’. Nunca fueron mis palabras. Me quisieron desacreditar con la frase en el mensaje que yo estas cosas las hago sola, yo me refiero a que yo siempre, siempre que tengo un trato con un futbolista, sea para que me pasen el equipo, para que me pasen las formaciones, para que me cuenten las internas, para tomar algo, para tener una cita, para salir, para lo que sea, yo me maneje sola, y en privacidad. Tucumán es muy chico y yo nunca en mi vida he querido que mi vida deportiva, mi vida periodística, mi vida privada, lo que sea, se confunda con este hecho, como hacen creer acá. Yo di mi consentimiento para ir voluntariamente, pero todo lo que pasó después no estuvo consentido. Yo acepté ir espontáneamente todo lo que sigue después no lo acepto».
Es al otro día a la tarde cuando tengo la cabeza en frío, la mente en frío y me empiezo a acordar de lo que me habían hecho
«Es al otro día a la tarde cuando tengo la cabeza en frío, la mente en frío y me empiezo a acordar de lo que me habían hecho. Ahí mi cabeza era otra y yo dimensiono lo que me hicieron. Y un detalle no menor, Sosa me chatea en dos momentos. Me empieza a decir Sebastián Sosa, que en mi recuerdos son de verlo dormido, que él me ve bien, que yo siempre estuve bien, ¿entonces, en qué quedamos? O él me veía, era un espectador de lujo de lo que me hacían las otras tres personas, en momentos alternados, o él dormía, como en mis recuerdos de que él dormía».
Yo no estaba en mis cabales, en ningún momento estuve 100% lúcida, la cabeza por algunos momentos me respondía, pero el cuerpo no
«Yo no estaba en mis cabales, en ningún momento estuve 100% lúcida, la cabeza por algunos momentos me respondía, pero el cuerpo no. Ninguna víctima habla en el momento, esto es sabido, que a todas nos lleva un tiempo y un proceso hacerlo. Yo fui a trabajar el lunes y martes. Incluido el miércoles. No porque estaba bien, o porque nada había pasado, fue un mecanismo de defensa. De decir, bueno, intento seguir. Obviamente no pude seguir y fue palpable para mis compañeras de trabajo que yo no estaba bien y que algo me había pasado. Fui a mi ginecóloga el lunes en un ataque de angustia total llorando y temblando pidiendo por favor que me atiendan. ¿Entonces por qué voy así a la ginecóloga?, si a mí no me habían hecho nada, como dicen ellos, que fue todo consentido… La cabeza por momentos me funcionaba, pero el cuerpo no».
A mí me parece muy injusto que estas cuatro personas sigan con su impunidad, viviendo en una casa lujosa cuando mi vida es una cárcel y un infierno
«A mí me parece muy injusto que estas cuatro personas sigan con su impunidad. viviendo en una casa lujosa en country o en donde sea, cuando mi vida es una cárcel y un infierno. Porque no es como dicen ellos, que su imagen pública está perjudicada, que no puede ir a ningún lado y yo tampoco puedo hacerlo y me llegan cosas aberrantes a todas mis redes sociales, a todas. A mi también me han iniciado una persecución mediática por parte de ellos, cuando han filtrado mi cara, porque mi nombre circulaba pero para nada confirmado, cuando me filtran los chats con mi cara en un audio hicieron una comprobación de que ese Instagram y esa cara era mi identidad. Yo ya no tengo nada en la vida, no tengo privacidad, no tengo identidad, no tengo intimidad, no tengo absolutamente nada, solamente tengo mi vida, es lo que me motiva a seguir acá y a pelear por mí y por todas las que venimos atrás».
«El señor Sosa me seguía manipulando por chat con que había sido un buen momento, con que no me amargue, con que él me ve siempre bien y yo ahí empiezo a atar un poco los cabos y le digo; pero pará. ¿cómo podés haberme visto bien, si vos estaba durmiendo, entonces qué, o me veías o dormías?».
¿Si me lo pregunto y me cuestiono? Por supuesto que me culpo todos los días por no haberme ido de ahí, absolutamente todos los días de mi vida me pregunto ¿por qué me quedé, por qué no me fui?
«¿Si me lo pregunto y me cuestiono? Por supuesto que me culpo todos los días por no haberme ido de ahí, absolutamente todos los días de mi vida me pregunto ¿por qué me quedé, por qué no me fui? Ninguno estuvo ahí y sabe lo que yo viví y lo que sentí en ese momento, entonces no voy a permitir que se me cuestione si yo puedo haber tenido un momento de lucidez o no haberlos tenido, los cuales los voy a defender y sostener hasta el final de todo esto, porque fue lo que pasó y fue lo que sentí. Me pueden escuchar que yo estoy con mucha fortaleza, estoy muy entera, pero les aseguro que no es así, por dentro el alma está desgarrada. He bajado muchísimo de peso, porque la angustia es tanta que no puedo comer, no puedo ir ni siquiera al gimnasio, despejar la cabeza porque la gente me mira, no puedo respirar si me acuesto de costado o boca para abajo, porque es tanta la angustia, lo que me duele el pecho y el aire no me pasa. Lo siento denso. Y ni hablar de todas las cosas que me llegan por las redes sociales, que son horripilantes, no me animo ni siquiera a reproducirlas porque me duele imaginar que esas cosas me las están diciendo a mí».
¿Qué yo pedí plata para volverme a mi casa? Yo no le pido plata a nadie, nunca en mi vida. O sea, eso es totalmente una mentira
«Me vengo a enterar recién ahora y en la cámara de seguridad se los ve abrazados y riéndose (a Cufré y Florentín), como una victoria, por lo que me habían hecho, ¿qué, lastimarme y agarrarme en un estado totalmente de vulnerabilidad en contra de mi voluntad, es como un trofeo? Me encantaría entender bien qué sentían en ese momento: ¿qué habían ganado?».
La imagen mía de desatar de mi bombacha el fajo de plata, me genera repugnancia
«¿Qué yo pedí plata para volverme a mi casa? Yo no le pido plata a nadie, nunca en mi vida. O sea, eso es totalmente una mentira. La imagen mía de desatar de mi bombacha el fajo de plata, me genera repugnancia. Que me pagaron por lo que me han hecho o me querían callar por lo que me habían hecho: una de las dos cosas. Seguro».
La versión de los futbolistas: «Ella se fue a bañar y salió en corpiño»
«Mientras estábamos tomando, ella se levantó para ir al baño porque se quería bañar. Nosotros nos miramos sorprendidos. Entonces fue al baño a ducharse y salió con un corpiño. La tenía de frente, vino y se sentó en la cama que estaba al lado mío… Se dio vuelta y nos empezamos a besar, a acariciar. Uno de los chicos apagó la tele y ahí nos quedamos a oscuras, solo había música. Me tocaba y yo la tocaba por debajo de la ropa, luego se quita el short y nos acostamos en la cama. En un momento me dice que me ponga el preservativo, a lo que yo le dije que no tenía. Entonces me pidió que le pase la mochila porque ella tenía. Sacó una cajita oscura, me lo puse y ahí empezamos a tener relaciones. No fue tan largo porque yo acabé muy rápido, tengo ese problema. Me fui para el baño y me quedé un largo tiempo, porque me estaba limpiando. Tenía un poco de vergüenza de lo que pasó. En voz baja le pedí perdón por haber terminado muy rápido y ella burlándose se rió un poco de la ocasión», declaró José Ignacio Florentín.
Sebastián Sosa explicó que «yo estaba en otra onda, en otro ambiente. Era el que ponía la música, mientras tanto me hablaba con mi señora que estaba en un cumpleaños, entonces era un ida y vuelta de mensajes con ella».
El Pepazo/Marca