José Cedeño
La felicidad es una condición inmaterial que nos hace sentir un éxito interno sin que dependa de la circunstancias que vivamos. Si afirmas ser feliz y no saberlo, fue que nunca lo fuisteis, porque siempre estabas mirando el más allá o la próxima meta una casa, un carro nuevo, una empresa exitosa y no es que sean malas, pero de ellas no depende el grado de nuestra felicidad, todo es ser feliz con lo que tienes.
«El secreto de la felicidad no se encuentra en la búsqueda de más, sino en la capacidad para disfrutar de menos». Sócrates.
Para este filósofo griego, nuestro bienestar o felicidad no depende de reconocimientos, recompensas externas, sino de nuestro éxito interno.
En los últimos años hemos tenido un éxodo de compatriotas buscando futuro, oportunidades y felicidad. Algunas encuestadoras hablan de millones, no me atrevo a dar ninguna cifra, lo que si es cierto es que por lo menos la mayoría de nosotros tenemos algún familiar fuera del país.
Es hora de tomar la balanza y pesar lo que dejamos y lo que se ha logrado fuera y allí es el momento de dar el verdadero valor a las cosas que teníamos y dejamos. Cuántos abrazos de mamá que no se pueden medir monetariamente, el compartir con los abuelos, el sazón de las hallacas de la abuela, sus abrazos, sus historias aunque repetidas no tienen precio, el compartir con hermanos, primos, amigos de toda la vida, ese Feliz Año en Diciembre a los hijos, mamá y familia, reunirse alrededor de la mesa a compartir algo de comida que aunque no fuese mucha, es hecha en familia con el ingrediente principal: el amor y otras muchas cosas, eso se llama felicidad y cuando aprendemos a valorarlas, no tienen precio.
De nada nos sirve acudir a los mejores sitios de alta cocina si no tenemos con quién compartirla, siendo que lo que añoramos de verdad es una arepa del fogón del hogar. Sólo nos queda la foto que nos tomamos, para qué un teléfono de última generación si dejamos a nuestros hijos en el terruño, de qué nos sirve una esponjosa cama si no podemos dormir pensando en el abuelo enfermo que no vamos a poder verle otra vez.
Las estadísticas no mienten, los números están allí y dijo un filósofo que Dios hable por los números. Los países con mayor índice de suicidios son los que tienen mayor cantidad de bienestar material, entre ellos, Corea del Sur, Japón, Estados Unidos, entre otros.
Como dato curioso, entre los primeros 10, no aparece ningún país de los mal llamados del tercer mundo o país pobre.
Esto es sólo nos indica una cosa: la felicidad no depende de la cantidad de bienes que posea.
Así que, a ser feliz, disfrute sus hijos, goce con sus nietos, comparta con padres y abuelos, no sabemos cuándo se vayan, si anda a pie, sea feliz, va en burro, caballo o su carrito es viejo, sea feliz, la vida es muy corta y se va tan rápido en comprar cachivaches que tienen precio, pero las cosas que verdaderamente tienen valor son las que puedes comprar con dinero. ¡Se feliz!
El Pepazo