Aunque el partido empezó con parciales en primer y segundo cuarto, todo llegaría parejo al tramo final. Con 90-90 en los últimos cinco minutos, los Magic se agarraron a un estelar Paolo Banchero (39 puntos y 8 rebotes) para sacar renta, a lo que Cleveland contestó con buenos registros de Donovan Mitchell (28) y Darius Garland (23). El héroe del tramo decisivo sería otro.

Cleveland pasó a jugar por dentro y emergió Evan Mobley, multiplicándose ya que su pareja interior Jarrett Allen causó baja. Primero abrió brecha con un gran mate y repitió con otra continuación. Orlando quiso mover ficha y entregó la responsabilidad a Franz Wagner, MVP de la última final del Mundial. Quedaban 10 segundos y buscó una penetración. Mobley, entonces, colocó un tapón inmenso que ganaba el partido.

El interior firmó 18 puntos, 13 rebotes, 4 stocks (entendido como la suma de tapones y robos) y un buen 7/11 en el lanzamiento. El que desatascó una serie apretada a más no poder. «Fue una gran jugada. El partido estaba en juego y fui a por ello. Sabría que vendría a dejar una bandeja, fui a por él, le taponé limpiamente y conseguimos el rebote», reconoció Mobley al finalizar.

Solo intento hacer jugadas que nos den partidos

Evan Mobley

«Solo intento hacer jugadas que nos den partidos. Todo el rato, lo máximo posible en el final. Siento que hicimos un gran trabajo en el choque», cerró el chico nacido en 2001 y cada vez más consolidado como un defensor élite. Cleveland manda en la serie gracias a su final tremendo. Ha nacido.