Tomen nota, porque el récord de 50-6 con el que Mike Tyson se retiró en el año 2005 tras perder contra Kevin McBride cambiará después de su enfrentamiento con Jake Paul el próximo 20 de julio en el estadio AT&T en Arlington de Texas (emitido por Netflix). La expectación a partir de este momento de cara a dicho combate aumenta considerablemente tras el anuncio de que el duelo será sancionado como profesional. Incluso la página Boxrec ya ha registrado esta pelea en el historial de Tyson como su siguiente.

Efectivamente, ‘Iron Mike’ subirá al ring el 20 de julio cuando tenga 58 años, ante 80.000 aficionados, para hacer frente a una pelea que computará en su palmarés, si bien se aplicarán algunas normas propias de una exhibición. Quede por delante, que se permitirá el KO y no se utilizará casco, pero el combate será de ocho asaltos de dos minutos cada uno. Además, los guantes serán de 14 onzas, algo más acolchados que los de 10 que emplean para los combates en el peso pesado.

Los dos púgiles se han pronunciado tras hacerse pública la noticia. Jake Paul ha comentado: «Mike Tyson quería que fuera una pelea profesional. Netflix quería que fuera profesional, así que acepté convertirla en una pelea profesional. El ganador se lleva todo». ‘Iron Mike’ ha escrito en sus redes sociales: «Sí, es una pelea real autorizada. No estaba de broma cuando dije que sería un combate real».

Hasta el momento, quien aún es el campeón más joven que ha habido en el peso pesado, se ha mostrado en diversos vídeos cortos entrenando a alta intensidad y reproduciendo sus característicos movimientos como si los años no hubieran pasado. No obstante, no sabemos cuál será la capacidad de encaje que tenga el exmonarca de la categoría reina o si estará trabajando convenientemente la elasticidad, aspecto vital para evitar una lesión especialmente para alguien de su edad realizando movimientos tan explosivos.