Los Pacers pasaron por encima de los Bucks (120-98) confirmando la pujanza de un equipo joven y ultraofensivo ante un rival venido a menos sin Giannis Antetokounmpo, su gran estrella. Los de Milwaukee, que estaban llamados a ser uno de los candidatos a reinar al menos en la Conferencia Este tras fichar en verano a Damian Lillard, certificaron su fiasco en un partido en el que evidenciaron todas sus lagunas. y con el que se despidieron tras firmar una serie mediocre (4-2).

El conjunto de Indiana apenas tardó un cuarto en tomar las riendas del partido (33-24), aunque los Bucks, que forzaron la reaparición de Lillard para forzar el milagro, compitieron a duras penas hasta el descanso (59-47). Pero poco a poco fueron perdiendo fuelle hasta llegar al último con pocas opciones (93-78). Entonces los Pacers pisaron el acelerador, se pusieron 20 arriba (104-84 a 8:07 del final) y los de Milwaukee se rindieron en la que fue su octava derrota ante los Pacers en sus 11 enfrentamientos de esta temporada (8-3).

Los Pacers, mejores en todas las facetas

Indiana fue mejor en todas las facetas del juego y en ataque volvió a mostrarse como un equipo demoledor en ataque, el más ofensivo de toda la NBA. Y lo demostraron de nuevo con un 54,1% en tiros de campo, superando con claridad a su rival en puntos al contraataque (21-6), y en asistencias (33-19).

Aunque donde más se notó la diferencia entre uno y otro equipo fue en la aportación de los banquillos, con 50 del de los Pacers por sólo 10 de los Bucks, un equipo sin fondo de armario a todas luces en el que apenas se salvaron de la quema cuatro de sus titulares: el reaparecido Lillard (28+2+4), Bobby Portis (20+15+2), Brook Lopez (20+5) y Khris Middleton (14+8+3).

Diferencia de fondo de armario

Un bagaje demasiado escaso para detener a unos Pacers bien armados, con mucho fondo de armario y letales en ataque con la filosofía exitosa que les ha infundido su técnico Rick Carlisle, que pasó de primera ronda por primera vez desde que lo hizo con los Mavs en 2011. Dos de sus jugadores más destacados salieron desde el banquillo, McConnell (20+2+9) y Toppin (21+8+2), los mejores junto a Paskal Siakam (19+7+4) y Tyrese Haliburton (17+6+10).

Significa mucho para nosotros. No haber entrado a los playoffs desde la burbuja, no haber podido pasar de primera ronda desde 2014… estamos muy orgullosos de poder avanzar

TJ McConnell (Jugador de los Pacers)

La otra cara de la moneda la representaba Damian Lillard, frustrado pese a forzar su reaparición tras sufrir una distensión en el tendón de Aquiles derecho: «No creo que hubiera dormido bien y no creo que hubiera llegado bien al verano si al menos no lo hubiera intentado», dijo. «Entré para calentar antes del partido y vi todas las camisetas doradas en las sillas y comencé a moverme y dije: ‘Hagámoslo'». Hizo lo que pudo y fue el mejor de su equipo, pero no bastó.