Hurkacz estuvo perfecto al saque. El 10 veces campeón en el Foro Itálico no encontró la forma de restar el servicio del polaco

FERNANDO M. CARREÑO

El último partido -al menos, teóricamente– de Rafael Nadal en el Abierto de Roma, un torneo que ha ganado en 10 ocasiones, ha acabado siendo contra Hubert Hurkacz, un buen sacador, que ha llegado al ‘top 10’, pero que sobre tierra batida tiene un magro balance de 31 victorias en 60 partidos. Y se ha resuelto con triunfo del polaco por 6-1 y 6-3 en 93 minutos lo que, numéricamente, es la más fuerte derrota de Rafa en tierra batida.

Rafa salió de la pista anímica -no físicamente– tocado. La abandonó con prontitud tras aplaudir a un Foro Itálico en el que no cabía un alfiler. No pudo celebrarse el homenaje previsto por los Internacionales de Italia a quien jugado el torneo 19 veces, lo ha ganado en 10 ocasiones y ha sumado 70 victorias. Siempre, más que nadie.

Pero Rafael Nadal ha vuelto al tenis para ser competitivo y ayer sintió que técnicamente, no físicamente, no lo fue. Y no le gustó. Al acabar el partido declaró acerca del malogrado homenaje: «Nunca dije que esta sería mi última vez aquí. Es probablemente así al 98%, pero no lo diré seguro cuando no lo es». Sólo él conoce el significado de estas palabras.

El hecho es que Hurkacz ganó con justicia y claridad pero, siendo como es uno de los mejores sacadores del circuito, su perfección al servicio superó sus propios estándares y lo convirtió en inabordable. Nadal no tuvo opción, más allá de los primeros juegos, de cambiar la inercia del partido.

Esos primeros juegos (17:52 duró el primero, con 22 puntos) tuvieron la épica que se espera y corresponde a la carrera de Rafa -«quizá sean el más largo que he jugado», dijo Hurkacz-. Rafa tuvo varias bolas de break pero no las pudo aprovechar y quizá allí estuviera la clave del posterior desarrollo del partido, porque Hurkacz empezó a tomar confianza con su servicio y a encadenar aces, puntos de saque y juegos en blanco.

Rafa lo intentó todo pero no encontró forma de abordarlo. Tuvo siete bolas de break en el primer set -cinco en el primer juego- pero no pudo hacer valer ninguna. Hubert tuvo cinco y consiguió tres. Logró un 83% de efectividad con un primer servicio que circuló a un promedio de 206 por hora con picos superiores a los 230.

Rafael Nadal se mantuvo a flote, a un break de distancia en la segunda manga, pero sin opción de inquietar a Hurkacz con su servicio -tres juegos en blanco logró en la segunda manga, sin conceder bola de ‘break’- y con demasiados errores, quizá desalentado por no encontrar la forma de cambiar el partido.

Pero que a estas alturas de su carrera un ‘top 10’ tenga que superar su propio nivel para ganarle debe serle contado como mérito. Nadal se va de Roma -si finalmente se va- frustrado por un partido pero con una inigualable historia detrás.

Davidovich y Caraballés, eliminaron

Daniil Medvedev pasó a tercera ronda venciendo a Jack Draper 7-5 y 6-4. Nicolás Jarry venció 6-2 y 7-6 a Matteo Arnaldi y el argentino Etcheverry, a Seyboth Wild 6-3 y 7-5