Un tanto del Toro Lautaro Martínez en el 88′ puso el pleno de Argentina en esta Copa en un partido que mereció ganar antes, pero en el que se topó con una férrea Chile (que a punto estuvo de repetir el 0-0 de la final de 2016 en este mismo estadio de New Jersey) y un excepcional Claudio Bravo, que salvó a su equipo en media docena de ocasiones.

Leo, cumplidos los 37 un día antes, retornaba al estadio en el que sufrió la final de 2016 (contra esta Chile) y el recinto ( el MetLife) donde renunció, momentáneamente, a la Selección tras perder su segunda Copa seguida.

Chile le planteó un partido cerrado, como es habitual, dejándole la bola ellos, pero cerrando espacio nosotros. con Rodrigo Echeverría muy cerca siempre de Messi cuando recibía.

No estaba cómodo Leo, sobre todo, por las molestias que, a partir del minuto 20, acusó en el muslo, cerca del pubis. Fue masajeado y estiraba continuamente. Pese a ello, estuvo muy cerca del gol, en un remate al externo del palo. Argentina tenía disparos, pero poco claros. De Paul tuvo tres. No acertó ninguno. Al descanso se llegaba con un Leo incómodo, que hasta se quedó protestando al árbitro en el descanso, cosa inhabitual en él.

La segunda parte, con Messi presente, siguió el mismo guion. Tanto que Nico González, una de las novedades de Scaloni, estrelló un remate en el larguero tras parada del jugador más veterano de la Copa (41 años), el exbarcelonista Claudio Bravo, meta chileno, y, a la sazón, verdugo de Argentina en las finales de 2015 y 2016. Bravo estuvo muy ‘bravo’ parta su equipo.

Y lo solucionó ‘El Toro’, con un tanto que vino de un córner y se resolvió en el VAR por milímetros. Luego vino otra ocasión del propio Lautaro en un mano a mano con Bravo, que también salvó. El portero chileno salvó todo, salvo ese 0-1 que reafirma a Argentina como favorito a esta Copa.