Don Julio Barazarte fue el encargado del discurso central a manera de Clase Magistral en el Concejo Municipal de Caracas. Pronto se discutirá una fecha para fijarla vía decreto como el Día del Periodista Deportivo de Caracas.
Luis Carlucho Martín
El Concejo Municipal de Caracas, en el marco del día internacional del periodista deportivo, que se celebra cada 2 de julio desde 1985, una semana más tarde, un grueso grupo capitalino de profesionales de área, fue reconocido, liderado por Julio Barazarte, quien, desde las páginas de Ciudad Caracas, ha visto llegar sus 82 años de edad y 57 en pleno ejercicio periodístico, en los que ha tenido el placer de entrevistar tanto a Pelé como a Mohamed Alí, al único pitcher criollo en lanzar un juego perfecto en Venezuela, Armando Bastardo; así como haber cubierto innumerables ciclos olímpicos, mundiales de ciclismo y otros eventos, a los que suma la autoría de varios libros de cuentos y del rescate de la historia olímpica mundial.
Luego de agradecer el gesto por parte de los concejales de Caracas, el avezado abogado y periodista deportivo, Julio Barazarte –quien fuera presentado con una amplia semblanza-crónica, por parte del protocolo institucional–, dictó una suerte de clase magistral acerca del periodismo deportivo posible, de lo que fue, de lo que es y de lo que considera debe ser, al enfrentar retos y desafíos que pasan por la invasión de las nuevas tecnologías, la piratería y la permisividad del propio gremio que ha visto debilitar peligrosamente sus bases; no obstante, abre puertas a lo positivo porque existe la academia y los ejemplos sembrados por anteriores generaciones para que la nueva camada protagonice el despertar de este noble oficio y se centre en el objetivo real que apunta a informar, con el deporte, sus personajes y el entorno, como lo principal. Acá su aleccionador discurso.
“El Periodismo Deportivo, por su lenguaje, sus códigos, la utilización de estadísticas, conocimiento de la historia y diversidad de reglamentos, es el más especializado de los géneros del periodismo, que ahora se debate entre nuevas prácticas tecnológicas.
Me permiten leerles un párrafo del catedrático y escritor italiano Humberto Eco, quien una tesis denominada El Deportista, El Deporte y los Medios de Comunicación escribe lo siguiente: ‘En Deporte esta relación Fuente, Medio y Público, es muy particular porque el deporte constituye una cultura y como tal posee unos usos y un lenguaje particular que son manejados con solvencia por sus miembros, pero que necesitan ser traducidos hacia el entorno social donde está inscrita. En ese contacto necesario que debe establecer el deporte con su entorno, los medios de comunicación social juegan el rol principal, por eso es que se afirma que el deporte necesita de los medios tanto como estos a él. Resultado de esta doble necesidad es el amplio espacio que ocupa el deporte en toda la prensa, pero de esta interacción necesita que se establezca un saber de parte de los medios, como es el conocimiento de los usos y los códigos de la actividad que se puedan traducir, y explicar y hacer conocer los hechos deportivos al público…’
Continuó Barazarte: “Así como se debate entre nuevas tecnologías, igualmente sufre la invasión de no periodistas en el ejercicio de esta noble profesión, que lo sumergen desenfrenadamente en un estado crítico y solo dependerá de nosotros, los periodistas deportivos, reencontrar el camino que una vez fue calificado el periodismo deportivo venezolano entre los mejores del mundo.
Una historia
La historia del periodismo deportivo en Venezuela se inició en las primeras décadas del siglo XX, cuando dirigentes deportivos comenzaron a llevar, a las redacciones de los periódicos de la época, notas de resultados de sus disciplinas. Tenemos por ejemplo a Simón B. Rodríguez, conocido como Míster Fly en el diario Ahora, Franklin White y Jesús Eduardo Lizarraga, en distintos medios. Ellos tres eran dirigentes del ciclismo y llegaron a presidentes de la Federación Venezolana de Ciclismo en sus respectivos lapsos. Andrés Miranda, redactor deportivo en El Universal y fue, en su tiempo, presidente de la Federación Venezolana de Atletismo. Otro fue Luis Hernández Maldonado, quien firmaba sus crónicas como Lord.
Otros de esa época fueron Herman “Chiquitín” Ettedgui, quien se inició en El Universal y luego laboró como periodista deportivo en varios medios radiales y televisivos; Abelardo Raidi comenzó en las páginas de El Universal y siguió cuando El Nacional en el momento de su fundación; Omar Lares en El Universal y Raúl Hernández en Últimas Noticias. Los tres con sus columnas deportivas publicadas todos los jueves.
Podemos nombrar entre quienes aún están de la batalla a Juan Vené, quien se inició como periodista deportivo en 1947 y es especialista en escribir solamente sobre beisbol.
Quiero nombrar a uno con mucho cariño y respeto a Armando Naranjo, quien se inició en 1956 y está entre nosotros. Aquí en Venezuela lo tenemos como nuestro decano.
También está, en forma permanente, Jesús Cova, quien ha laborado en periódicos como El Nacional, El Universal y El Mundo. Igualmente, Octavio Estrada, especialista en competencias de motores, y Simón Piña, quien pertenece a la generación intermedia de periodistas deportivos y es especialista en boxeo.
Para retomar el relato sobre la historia, es necesario señalar que luego hubo una larga lucha para lograr espacios en los medios de comunicación, la cual se puede decir que tuvo su triunfo cuando en los medios impresos se crearon cuerpos enteros con muchas páginas y en las emisoras y televisoras entraron en sus programaciones programas deportivos que atraparon extensas audiciones, porque el periodismo deportivo ha servido para identificar el sentimiento de los aficionados y sembrar en la sociedad un verdadero amor por el mundo de los deportes y su influencia sobre la educación, la salud y en general en todas las actividades de la sociedad, lo cual es indiscutible.
Hubo una época en la cual el beisbol, el fútbol y el boxeo eran las disciplinas que más atraían a los lectores y que más actividad tenían. El boxeo tenía una cartelera completa todos los lunes en el Nuevo Circo. Luego llegó la Liga Especial de Baloncesto, disciplina que desplazó al boxeo y tiene asegurada una legión de lectores. Se puede señalar que gracias a las empresas petroleras que crearon sus juegos deportivos, el atletismo cosechó miles de lectores y aún los mantiene.
La invasión
El deporte como génesis de profesión periodista comenzó a ser invadido por deportistas, técnicos, entrenadores y otros profesionales de diversas áreas distintas al periodismo. La complicidad dio paso a la piratería y ahora estamos con que personas ajenas al periodismo, que quizás manejen algunos conocimientos en torno a una o muchas disciplinas deportivas, con osadía violan la Ley de Ejercicio del Periodista y su Código de Ética.
Existe mucha debilidad en torno a este hecho que, aunque siempre es denunciado por gremialistas, esta situación se ha quedado en nada, porque no hay respeto a las leyes, a las normas. El Colegio Nacional de Periodistas, ni el Círculo de Periodistas Deportivos no han logrado, de una manera lógica, que se controle, por medio de la aplicación de las normas, el ejercicio del periodismo deportivo, porque a los dueños de medios tal realidad le preocupa poco.
Qué mejor momento que este, para agregar a las anteriores advertencias, el manejo desinformativo de las redes sociales, en las cuales nadie es responsable.
Cada quien dispara a mansalva y escribe lo que sea, como sea y busca posicionarse y posesionarse con versiones, reales o no, comprobables o no y desde esa plataforma es muy fácil esparcir rumores sean ciertos o no.
Por supuesto, no solo ocurre en el periodismo deportivo, ocurre en general. Allí debe prevalecer la responsabilidad de cada periodista para combatir las falsas noticias, la piratería y enarbolar la bandera del periodismo con mucha ética.
Con la ética de frente no dejar morir el Qué, el Quién, el Cuándo, el Cómo y el Dónde a manera de esquema insustituible en la construcción de la noticia. Igualmente, que exista el Por Qué y el Para Qué cuando se trata de interpretar y opinar, que es una de las posibilidades que nos brinda el periodismo bien concebido, siempre y cuando esas interrogantes y su jerarquización vayan en favor de los hechos, de sus protagonistas, los cuales son los atletas, entrenadores, técnicos, dirigentes y otras personas ligadas a la actividad deportiva.
Hay que tener cuidado con la relación entre la fuente y el protagonista, sea un atleta, un dirigente, un equipo, para ejercer sin compromisos y sin autocensura. Hay que tener mucha atención con los reglamentos de las disciplinas deportivas y sus estadísticas. Cada una es diferente.
Basta ya…
Basta ya de periodismo anunciador de eventos y sus resultados. Basta de recortar y pegar. Ay que profundizar e investigar. Cuando se produce un resultado, todos los aficionados se enteran de inmediato por la televisión, la radio y los medios electrónicos. Si te corresponde escribirlo, busca el por qué o el momento en que se produjo el camino hacia la victoria o la derrota, porque, repito, todos los aficionados ya conocen al ganador o al perdedor.
El periodista deportivo, repito, tiene que combatir con las leyes en la mano, la piratería, el recorte y pega, porque el deporte no es un hecho aislado, es de carácter social que enseña a competir en igualdad de condiciones, a ganar con honradez y a perder con dignidad. Así pues colegas, dignifiquemos el periodismo deportivo y quienes lo ejerzan sin ser periodistas y parafraseando a Simón Bolívar Libertador podemos decir que un ser sin estudios es un ser incompleto y sin ética es un azote para la sociedad.
En Venezuela la bibliografía deportiva es escasa. Podemos nombrar a algunos autores periodistas como Rubén Mijares, quien escribió un folleto sobre beisbol editado por ediciones deportivas Maravén y un libro denominado Hazañas del Beisbol Profesional en Venezuela.
Guillermo Becerra Mijares y Eleazar Díaz Rangel con el Beisbol en Caracas 1895 – 1966 y Centenario del Beisbol en Venezuela.
Juan Vené con 5 Mil Años de Beisbol y otros tantos tomos exclusivamente sobre beisbol, donde destacan varios tomos entre los cuales hay algunos relacionados con series mundiales en grandes ligas.
Humberto Acosta con 6 Décadas Inolvidables y otra obra en colaboración con Juan Vené.
Carlos Figueroa, junto al historiador Javier González, con varios libros sobre en los cuales destaca Grandes Noticias del Deporte, y otros relacionados con el beisbol.
Cándido Pérez y Andrea Herrera con Atletismo, la historia que no cesa. Además del libro de boxeo, 36 monarcas y una princesa. Ambos, de consulta permanente.
Mi compadre y hermano, ya fallecido, Nelson “Maratón” González, con su hija editorial, la importante revista Maratón, especializada en atletismo.
Orlando Bohórquez con Historia Olímpica del Boxeo Venezolano, donde destaca las actuaciones de nuestros pugilistas en Juegos Olímpicos.
Tony Carrasco con uno titulado Mi Camino a la Presidencia, Escándalo y Corrupción en Torno a las Elecciones de la Federación Venezolana de Fútbol y donde expone su actividad en su vida como futbolista.
Quiero nombrar a dos con mucho cariño, porque tengo especial atención hacia ellos como de padre a hijos. Ellos son Luis Martín, quien publicó una obra titulada Venezuela, Olimpismo y Sociedad. Contó con la coautoría del colega Orlando Lara. Es una obra de consulta permanente.
Y a Orángel Balza, con sus obras denominadas Citas Olímpicas, Citas con el Beisbol y otro de Citas Olímpicas, Un Tributo a América Latina y El Caribe. Tres libros que también son de consulta permanente.
Existen otras obras escritas por personajes, los cuales no son periodistas deportivos, pero enriquecen la bibliografía deportiva venezolana.
José Gil Fortoul. Su obra se denomina La Esgrima Moderna, donde describe los tipos de la espada, el florete y el sable. Los movimientos de ataques y defensas en 10 capítulos y un apéndice con el cual además de otras indicaciones traduce el lenguaje de la esgrima del castellano al francés, al italiano y al inglés.
Gustavo Flamerich. Su obra se titula Diversiones en 4 Siglos en Venezuela 1500 1900. Describe las competencias de gimnasia, tiro, esgrima, ecuestre entre otras disciplinas y sobre los comienzos del beisbol en 1895, en el Stand del Este, un campo acondicionado para ese deporte, que estaba situado cerca donde están las oficinas de la CANTV en la avenida Libertador.
Alejandro Angulo Fontiveros. Su libro es titulado Delito y Deporte, el cual de acuerdo con lo informado por el colega Luis Martín, fue promocionado en el diario Meridiano y publicado en 1994.
Uvencio Blanco. Ha publicado varios tomos sobre la interesante y exigente disciplina del ajedrez.
Es necesario estimular a las nuevas generaciones para que investiguen y puedan con la bibliografía deportiva de Venezuela, porque el periodismo deportivo no es una moda, ni una oportunidad para viajar, es un compromiso. Gracias por estar presentes”.
Sin dudas, es un privilegio haber sido homenajeado junto a otros excelsos colegas, así como un grupo de las nuevas generaciones y miembros del Círculo de Periodistas Deportivos, al lado de este ejemplo viviente de lo que significa hacer periodismo deportivo ético, integral y de formación constante, el incombustible Julio Barazarte.
En la parte final del sencillo pero nutrido acto, las autoridades, representadas por el concejal Jorbert López, el vicepresidente Edwin Velasquez y el jefe de la Comisión de Deportes, Álex Villamizar, además del presidente del IMDERE, Harold Ramos, se propuso una discusión para fijar una fecha emblemática que sería decretada como el Día del Periodista Deportivo de Caracas. En eso se estará trabajando, al igual que se conversó en torno a la asunción de responsabilidad en el uso de contenidos de deporte en redes sociales, así como a la atención de los propios periodistas desde el punto de vista integral.
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