José Cedeño
En las fabulas de Esopo tenemos un ejemplo del correr más rápido no nos garantiza llegar de primero, allí leemos la historia muy conocida de la libre y tortuga, a una la acompañaba la velocidad y la otra la acompañaba la perseverancia, constancia; Bolívar siempre Bolívar nuestro amantísimo Libertador dijo hace más de 200 años: “Dios concede la victoria a la constancia”. Y lo que necesitamos muchas veces es detenernos simplemente para pensar. Reflexionar sobre el camino avanzado, reflexionar sobre el camino futuro, y reflexionar sobre el porqué de nuestro camino.
A alguien en una oportunidad lo contrataron para realizar un trabajo urgente y muy costoso sumamente complejo y llego a su zona de trabajo y en vista que tenía 3 horas inmóvil sus empleados se atrevieron a decirle que no había hecho nada en ese tiempo ¿qué hacía? Pensando eso es trabajo. Cuando afirmamos lento que tengo prisa es porque todo se realiza con medida y calculo, se tiene menos probabilidades de cometer una equivocación y tener que comenzar nuevamente y allí es donde la tortuga rebasa a la liebre.
Todos hemos pasado por ese tipo de experiencia en la vida, como el que corre apresurado en un vuelo y desea sentarse en la ventanilla para admirar el paisaje y le toca el ala y no ve sino solo el ala del avión, hagamos esas paradas en nuestra vida que nos invita a reflexionar, calcular, refrescar ideas y no caer en el error que por ser veloz vas a llegar de primero.
En el panorama actual de nuestro país, muy complejo por cierto, confiarse es perder el horizonte, las mediciones, encuestas, la toma de redes, y toma esa maquinaria virtual es eso virtual en muchas ocasiones no nos nuestra la realidad barrio adentro el pueblo abajo el contacto personal jamás puede ser sustituido por una fría plataforma electrónica, no estoy afirmando que nos es útil, solo que debe ser complementario del trabajo de calle.
Por poner en ejemplo en nuestra ciudad hay más de 17 frentes de trabajo dicho por un amigo que conoce perfectamente la materia, y nos limitamos a la publicación virtual el contacto cara a cara es muy poco, no digo que no exista, si lo hay pero no en las proporciones que debería, si en verdad deseamos causar un verdadero impacto.
En nuestra comunidades existen Emisoras Comunitarias que su entorno ama y aprecia donde visitas hogares y las escucha encendidas día y noche, y se oye: Esta es mi emisora yo no la cambio, que hermosa visión de nuestro comandante Chávez, si quieres de verdad beber agua, debes bajar al pozo, estamos en la recta final de un proceso electoral que no solo va afectar nuestro país sino que va a repercutir en toda América Latina.
Y la realidad de nuestro pueblo es que no todos tienen celulares de alta gama para poder estar al tanto del acontecer noticioso, entonces tenemos que detenernos y pensar que tenemos una población comunicacionalmente desatendida y espera de su dirigente su líder, su funcionario público pueda visitarles y establecer ese vínculo de información necesaria… Recuerde Chavez no se equivocó: “Hay que darle poder al pueblo”
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