José Cedeño
No es más que una novela histórica escrita por un médico psiquiatra venezolano. Francisco Herrera Luque. en 1979 que es nada más y nada menos el vivo reflejo de esa élite dominante y de esos grandes apellidos de la herencia colonial, no solo de Venezuela, sino también de Latinoamérica que se sienten privilegiados y ungidos por la mano divina para dirigir los destinos de los pueblos y hace referencia a las 20 familias mantuanas que gobernaron con privilegios este país, siendo ellos la aristocracia local, esa especie de nobleza criolla, sin lugar a dudas, recordando con nostalgia esos títulos nobiliarios.
Es lo que el común llama oligarquía, siendo una forma de gobierno en la cual el poder es ejercido por un grupo reducido de personas que pertenecen a una misma clase ejerciendo su influencia en el sector social, económico, político y hasta militar. Nuestro país estuvo por muchos años dirigido por esa oligarquía que se resiste a renunciar a sus privilegios y no ha escatimado ni esfuerzo ni dinero por volver a esa Venezuela Saudita como el título del libro de Sanin que tuve la oportunidad de leer en una ocasión, donde anhelan que todas las riquezas de este país vayan a manos de unos pocos.
Sólo a grandes rasgos voy a describir los privilegios de una empresa subsidiada por el estado por muchos años, si la memoria no me traiciona, su ultimo saqueo fue de 5 mil millones de dólares que se le otorgaron para que no faltara el alimento estrella en todas las mesas del venezolano, la arepa, y jugaron al desabastecimiento al acaparamiento, nunca sembraron una hectárea de maíz, todo era importado, pero su mala fe lo hizo perder buena parte del mercado, ahora usted entra a un súper y encuentra hasta 14 marcas diferentes de harina de maíz precocida y en muchos casos de mayor calidad.
El pueblo adentro que tiene su manera de describir las cosas a estas elites les renombró como los “grandes cacao” porque en ese entonces el cacao era la mayor fuente de sus riquezas, lo crítico de esto es que les preparan de muy temprana edad para ser la clase dominante como escogidos del cielo. Ese discurso de democracia, libertad, igualdad solo es un medio para lograr sus objetivos.
Esta frase muy reciente de la candidata fallida tiene un significado muy profundo, palabras más palabras menos: “Dios le pone las tareas más grandes y más difíciles a sus hijos mejor preparados, tengo 25 años preparándome para ello…
Cuidado con los mesías, los ungidos de lo alto, la historia nos ha enseñado que estos personajes, tanto en la política como en la religión y la economía, le han hecho un grave daño a la humanidad.
Poco antes del golpe de estado del 2002, el Comandante Chávez dijo una frase que no podemos olvidar: “Hay una casta de apátridas que no les duele Venezuela”.
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El Pepazo