León Magno Montiel
@leonmagnom
Desde los tiempos de Eva Perón (en los años 50) y de Indira Gandhi (en los años 80) no habíamos visto una mujer con tanta aura de líder, con tanto carisma y poder de convocatoria; como Kamala Harris.
Ella es hija de un jamaiquino llamado Donald y una india llamada Shyamala.
Nació en Oakland California, el 20 de octubre de 1964, de niña asistió a la Iglesia Bautista en la comunidad negra.
Como toda niña de piel oscura, sufrió descriminación, pasó penurias, vejámenes. Pero ella salió adelante con sus estudios, demostró poseer una alta inteligencia, audacia y determinación.
Como afirmó el argentino Ernesto Sábato:
«El sufrimiento es más didáctico que la felicidad».
Kamala aprendió de sus sufrimientos.
Su padre Harris es un economista de alto nivel, profesor universitario.
Su madre Gopalan, es una científica oncóloga, especializada en cáncer mamario.
Esa niña exótica, llamativa llamada Kamala Devi, creció rodeada de libros, de charlas magistrales y academicismos.
Al divorciarse sus padres en 1972, ella se fue con su madre Shyamala a Montreal. En esa bella ciudad quebeca cursó su educación primaria y media.
Esa pasantía le dio la posibilidad de ser una políglota, de ser una mujer cosmopolita, una cuidadana multicultural y multiétnica: una mujer de primer mundo.
Regresó a California y se Doctoró el Leyes. Fue la primera Fiscal negra de San Francisco en 1990, causó revuelo su ejecutoria. Trató casos defíciles y salió airosa.
Después Senadora del Partido Demócrata en 2016.
Se convirtió en la primera Vice Presidenta de los EEUU de piel oscura, de padres inmigrantes, nativa de las minorías étnicas, en 2020.
Kamala es un nombre hindi que significa «flor de loto», la flor sagrada en la cultura de la India, cuyas semillas pueden germinar unos 100 años después.
Es una flor acuática milagrosa y de gran belleza que abunda en las riveras del río Nilo.
Su segundo nombre es Devi, que en sánscrito significa «diosa».
Está casada con Douglas Emhoff desde 2014, un abogado judío, con dos hijos de su primer matrimonio, dos adolescentes que aman a Kamala y le dicen:
«MADRALA».
Kamala Harris es una mujer magnética, sensual, con un caminar enérgico,
con una sonrisa luminosa. Le gusta bailar y usar tenis.
Es elocuente, una gran oradora.
Le gusta hacer coreografías con los jóvenes en sus actos masivos.
Se entiende muy bien con los youtubers, los influencers y artistas urbanos. Es una auténtica líder del feminismo y las minorías sexuales.
Es empática con los jóvenes de todas las razas, y estos la aman.
Posee una vasta formación académica y una actitud valiente ante los retos de la vida.
Yo estoy convencido de que Kamala Devi Harris será la primera mujer que presidirá a los EEUU, que duda cabe.
A pocas horas de anunciar su aspiración en el de julio 2024, superó los 100 millones de dólares en donaciones y los 30 millones de voluntarios quieren colaborar en su campaña.
Ha recibido el espaldarazo de Joe Biden, de Bill Clinton, de Barak y Michael Obama.
Kamala Harris enfrenta al magnate Donald Trump de 78 años de edad, que viene de perder con Biden y de enfrentar 34 cargos ante la justicia de su país.
Trump es hijo de alemán, es un racista furibundo, que avaló al KU KLUX KLAN. En cada declaración a los medios se muestra ofensivo y retador.
Donald Trump será su contendor republicano.
Kamala, 19 años meñor que el magnate DT, le respondió asertivamente, con carácter de abogada,
le dijo:
«Cuando fui Fiscal en California, aprendí a tratar con abusadores, tracaleros, timadores como Donald Trump».
El 4 de noviembre será la eleccion nacional en los EEUU, un país con 334 millones de habitantes, de los cuales:
51% son mujeres
negros 12%
latinos 20%
asiáticos 6%
En los confines resuenan seis letras poderosas, en victoria, con aires de esperanza y rostro de mujer poderosa:
KA-MA-LA.
Preparen sus vítores, sus sirenas y banderas para recibirla como Presidenta.
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El Pepazo