Caitlin Clark sigue rompiendo récords en su primera temporada en la WNBA. La base de las Indiana Fever ha superado el tope de puntos de una novata en su estreno en la competición y suma ya 761. Con un triple -como no podía ser de otra manera- en el tercer cuarto de su partido ante las Dallas Wings, llegó a los 746 puntos, superando el anterior registro, en poder de Seimone Augustus (744) desde hacía 18 años.

En ese encuentro, ganado por las Fever por 110-109, Clark acabó con 35 puntos, el máximo de su carrera, con 6/14 en triples, ocho asistencias y tres recuperaciones. En la historia de la WNBA nunca se habían visto esas estadísticas. Suyas son las siete mejores anotaciones de esta campaña entre las novatas.

La prodigiosa base de las Fever acumula esas y otro sinfín de marcas en su primer curso entre las profesionales. Hace unos días batió el récord de asistencias en una temporada. No el de una rookie, que lo superó hace tiempo (247) sino el general. Tras el partido de este domingo acumula ya 329, más que las 316 que en su día repartió Alyssa Thomas. En un sólo encuentro, Clark llegó a dar 19, récord absoluto de la WNBA.

También es ya la novata con más triples de la historia. Suma 120, a ocho del registro total establecido por Sabrina Ionescu la temporada pasada. A falta de un solo partido de temporada regular, lo tiene complicado. Lo que sí hizo Clark fue batir el de triples anotados en un encuentro siendo novata: le hizo siete a las Washington Mystics.

Histórico fue además su primer triple-doble, algo insólito para una debutante. Fue frente a las New York Liberty, llegando a los 19 puntos, 13 rebotes y 12 asistencias. Ahora acumula ya dos y son los dos únicos registrados en la historia de las Fever.

También bate récord en pérdidas

Pero no todas las estadísticas de Clark son positivas. A lo largo de su primera campaña en la WNBA ha batido todos los registros en pérdidas de balón. En su primer partido ya extravió 10, tope para una debutante. Empeoró el récord de pérdidas de una novata en una sola temporada y el global lo batió cuando aún restaban 15 partidos para el final de la Liga regular. Anda ya por las 220.

La mera prensencia de Clark, elegida con el número 1 del draft, ha hecho que las Fever multipliquen la asistencia a su pabellón, que los equipos rivales se muden a recintos más grandes cuando ella les visita y que las audiencias televisivas sean históricas. Su tremendo impacto va mucho más allá de las canchas y se dejará notar aún más cuando haya que negociar el nuevo convenio colectivo, en el que las jugadoras pedirán aumentos de salario acorde a los beneficios que producen.