«Cuando la hipocresía comienza a ser una mala realidad, es hora de comenzar a decir la verdad”
BERTOLT BRECHT
Luis Semprún Jurado
“Durante muchos años, camaritas, hemos sido víctimas de una invasión silente. Sí, mis recuerdos se remontan a cuando era pequeño y me llevaban los domingos al cine o al «club»” – comentó mi estimado Anacleto con cierto aire burlón. Le dio un jalón a su cigarrillo y continuó. “Desde tiempos inmemoriales, Hollywood ha sido el espejo donde se proyectan no sólo las fantasías de una sociedad engreída, sino también sus miedos y prejuicios. ¡Es que ha evolucionado poco! Esa capacidad de contar historias ha permitido que una narrativa hegemónica se instale en la cultura popular, moldeando la percepción colectiva sobre conflictos, identidades y civilizaciones, por medio del cine y de la televisión. En esas obras cinematográficas que nunca terminan, los personajes cambian, pero los arquetipos permanecen; los «indios», personajes «funestos según ellos», robaban y asesinaban por doquier sin ningún tipo de freno o prejuicio, mientras que los «cara pálidas», los que llamábamos «los catiritos», salían en rescate de los pobres colonos y mataban a los «indios» sin mayores dificultades. «Cédannos unas tierritas, para que podamos subsistir», le pedían a las tribus, luego los metieron en «reservaciones» y se quedaron con todo. ¿Dónde están los Cheyenes, Pieles Rojas, Comanches, Sioux, Wyomings y demás tribus que existían en tierras que hoy conforman EEUU? ¿Qué derechos tienen los descendientes de esos pueblos originarios? ¿Cuál ha sido su lucha? ¿Ven algún símil en la actualidad? Ahora cambien a los «indios» por gazatíes, libaneses, sirios, jordanos o por cualquiera que ose enfrentar a los EEUU, la UE, y sus hijos predilectos: los sionistas. Caerán por montones como plaga y no pasará nada. ¡Y el show debe continuar mientras la gente pague la entrada! ¡Qué importa que las víctimas sean en su mayoría niños y niñas de muy corta edad! O mujeres y ancianos. «Son una amenaza para nuestros países, culturas y formas de vida». Como decía Brecht, «la hipocresía comienza a ser una mala realidad». La narrativa de la Loca, aliada del SIONISMO, es de esa índole. «Salgan a la calle a luchar, jóvenes de la patria, hasta el final», mientras tiene a sus hijos en el exterior; «Maduro ya está listo para renunciar, porque está más sólo y débil que nunca», y lo vemos a diario cumpliendo funciones de gobierno y recibiendo delegaciones de países para acreditarles sus diplomáticos; «ganamos 70 a 30 y vamos a cobrar porque nosotros tenemos las actas», y la Sala Electoral del TSJ, luego de una experticia total, declaró ganador a Nico, 51 y pico a 48 y pico. Si tales actas hubiesen existido, las hubieran presentado ante la Sala Electoral del TSJ, como sí lo hizo el Polo Patriótico junto al PSUV. Cuando se dio cuenta que Inmundo había negociado su huida hacia España sin su consentimiento, de inmediato le dijo que tenía que alegar que lo habían «coaccionado y chantajeado». Así mismo le envió a su hija para que no se despegue ni un milímetro de su lado y le informe cuanta cosa haga o diga. Pero ya la soledad es la única amiga que le queda, es su karma porque quién actúa mal no puede esperar que la vida la premie. Del fabuloso botín que ansiaba sólo le quedan burusas. Y a pesar de seguir de error en error y de barranco en barranco, hace creer a los seguidores que aún le queden, que la cita es el 10 de enero, fecha en que se juramentará Inmundo como Presidente. Ese guión ya lo conocemos; esa película la llevan proyectando 25 años. ¡Que las redes dicen….! Qué importa lo que digan, el discurso de odio y la desinformación son el problema y esa narrativa perdió su fuerza ante la verdad. Ojo, el chavista no es antisocial, no, es antiestúpido. Un español diría: «Oye tío, parece que han llenado este jardín de Borrell con un montón de bichos venenosos, serpientes y arañas y todo. La cosa pinta fea, creo que pronto nadie va a querer vivir ahí.» La narrativa maricorinista ha creado «jardines de Borrel» con tantas reiteradas solicitudes antipatrióticas y de invasión, ¿no creen?”
Yo no voy a hablar de ese tipo de civilización en el que el maricorinismo quiere convertir a Venezuela, en el que la vida no vale nada, en especial la de los niños y niñas; en el que a su asesinato le llaman “daño colateral; en el que la industria de la muerte y la mentira reinen; en el que sus aliados paguen la entrada para ver la película comiendo cotufas; en el que a los guarimberos y terroristas se les financia con dólares y droga para reforzar sus ansias destructivas. Y luego se escapan a España, que se ha convertido en un “jardín de Borrell”, lleno de sabandijas, asesinos y aliados, donde todo huele raro. Muchos ya se han hartado y se han puesto en pie; muchos ya no se la calan y empiezan a protestar; quieren justicia y paz, “La Paz Americana”, un concepto que encapsula la supuesta era de paz y estabilidad que lideraría Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial. Pero, al observar más de cerca ese jardín, es difícil no notar las espinas que lo acompañan: un sistema internacional, construido sobre las cenizas de guerras pasadas y sobre sanciones y bloqueos ilegales.
Personas como la Sayona y el Inmundo no pueden seguir haciendo de “príncipe azul”. Ya nadie les cree que sean demócratas de verdad. Y es que llevan más de 25 años con el mismo discursito “come niños” antisocialista que ha demostrado ser una falacia. Honestamente creo que el caso de las famosas actas, de la página web que contrataron, está claro que es un burdo montaje. Y las que el Centro Carter recibió “milagrosamente” por correos, sesenta días después del proceso electoral, son la tapa del frasco. Jimmy debe estar retorciéndose de ver como algo que creó con tanto prestigio hoy está en manos de la USAID (sabemos qué es y de quién depende). Las declaraciones del otrora “hombre en el pendón”, total desconocido, pero ahora muy activo, demuestran que no nos equivocamos al advertir sobre su verdadera cara, pues conocíamos de sus actividades con el “matacuras” en El Salvador, que marcan su naturaleza. ¿Que le tiene miedo a la Sayona? ¡Así será la bicha! Pero a todo cochino le llega su hora, tic, tac, tic, tac. Hasta las cotufas que nos dan saben rancias.
Cada vez que escucho un audio con palabras de la Loca, me pregunto: ¿Hasta dónde cree que puede llevar sus ansias presidencialistas? Ella llama “democracia” al sistema global aterrador que hace explotar bombas, tumbar estatuas, incendiar módulos de salud, sedes de alcaldías y escuelas, quemar gente viva, sacar a líderes populares del poder, provocar golpes de Estado y crear revoluciones de colores y manitas blancas por doquier; ella ha reconocido al pelanalgas autoproclamado como Presidente y hasta ha participado en eventos con él en el pasado; ella ha desconocido las instituciones del país y ha engañado a la gente con lo de las “primarias” y sus resultados inflados, según Casals, presidente de las Primarias; ha pedido y sigue pidiendo bloqueo y más sanciones contra el país, creo que en venganza por no haber votado por ella; propuso a un “desconocido” para que le cuidara el puesto y se le fue con el chivo y con el mecate; su “hasta el final” podría coincidir con “hasta Madrid” así como “La Salida” de Locoldo terminó en fuga, ojo, también de la Embajada de España. ¿Comerán también allí cotufas, o verán la película en ayuna? El guión y la película, demasiado viejas.
No podemos olvidar que con sus pedidos de sanciones, bloqueos e invasiones, la Loca ha contribuido enormemente, junto a los “auto exiliados” (nadie les persigue) y prófugos, a la gestación de la crisis económica y social que ha afectado a Venezuela en los últimos años y que ha tenido un impacto significativo en las misiones sociales. No puede ahora venir a hacer el papel de “santa paloma”, “los quiero”, “les voy a mejorar su futuro”, “voy a mejorar las misiones y las pensiones”. La hiperinflación, la escasez de recursos y las sanciones internacionales han hecho difícil la continuidad de muchos programas. El gobierno reestructuró y priorizó, a pesar de todo, ciertos programas, enfocándose en los más críticos, como la distribución de alimentos y la atención médica básica. A pesar de las trampas opositoras, la economía del país sigue mejorando, ahora a paso más rápido. Venezuela no es el país que pinta la oposición. Ya los que nos visitan, pueden dar fe de esto. Lo que más desea el criollo es vivir en paz y tranquilidad para producir y vivir mejor. ¿Y el mariconismo?, ¡a llorar pa’l Valle!
El Pepazo