«Luego de un cúmulo de dificultades, surge siempre la sabiduría y las enseñanzas que éstas dejan.”
ANONIMO
Luis Semprún Jurado
“Bueno, estimados camaritas…, la sabiduría personal de la gente, inmiscuida en la política, sería el «uso» de la inteligencia requerida para dirigir el comportamiento de manera adecuada, en aquellos temas que, por afectar al bienestar, la felicidad y a la dignidad, son los más urgentes e importantes”, fueron las palabras de apertura de la acostumbrada charla con Anacleto. “Existen «Leyes» o Principios que, si se aplican al contexto político, nos llevan a ser más críticos y/o comprensivos con los errores y fallos, reconociendo que la incompetencia y la falta de previsión son a menudo las verdaderas causas detrás de muchos problemas, más que la malicia intencionada. Esto no significa que no debamos exigir responsabilidades, pero sí que debemos considerar todas las posibles causas antes de llegar a conclusiones precipitadas. Por ejemplo, «La Ley de Hanlon» sugiere no atribuir a la malicia lo que puede ser explicado por la estupidez, y puede ser una herramienta útil para interpretar ciertos comportamientos y decisiones políticas, y permitir un análisis más objetivo. Sin embargo, la Ley de Murphy sugiere que pienses mal y acertarás. Tomemos como ejemplos casos como el «pelanalgas autoproclamado» Guaidó, Inmundo, Ledezma, y tanto politiquero ladrón que se autodenomina «perseguido político». ¿Qué piensan ustedes cuando se les mencionan sus nombres? ¿Creen que viven tranquilos en el exterior con el dinero robado al país? ¿No creen en la «Justicia Divina» o la «Ley del Karma» para que reciban su castigo? A pesar de lo que piensen muchos, a Venezuela le conviene más que anden libre por las calles del mundo, que presos en una de nuestras cárceles, porque le muestran al espectador mundano la verdadera cara de quienes les apoyan y el doble rasero, totalmente hipócrita, de los gobiernos que se autodenominan «democracias». ¿Creen ustedes que Guaidó vive despreocupado y tranquilo en «los mayamis» a sabiendas de la existencia de tanto loco suelto que cree en la «justicia por mano propia»? Ese vive más asustado que uno que pase un sábado, a eso de las dos de la mañana, por un barrio maracaibero; o el vampiro Ledezma… ¿podrá disfrutar de lo robado cuando fue gobernador y luego alcalde sabiendo que el karma lo premió con un yerno ladrón como él y ahora preso en España?; o Ramírez, que tendrá toda su vida que vivir con guardaespaldas para él y toda su familia; o el «matacuras» que además vive enfermo con las visiones de los curas y monjas que conspiró para asesinar en El Salvador; o Locoldo, al que tiempos atrás el vampiro pidió asesinaran en Caracas para convertirlo en mártir y Diosdado le salvó la vida; o Simonovis, que se las da de excelente investigador y no sabía lo que pasaba en su propia casa… síííí, el que escapó en una lanchita en la que hasta vomitó y cuenta que se escapó «piloteando» un avión; o Inmundo, que salió del anonimato y La Loca le quiere cobrar el trabajito; o los tipo Borges, Vecchio, Guevara, y tanto que sale a hablar mal de la patria que perdió. Los reales mal habidos, camaritas, no son eternos, pregúntenle a Goicochea, se van más rápido de lo que canta un gallo. Sus entornos familiares dan tristeza porque la «Ley de Zombro» señala como las personas tienden a imitar el comportamiento de aquellos que parecen más seguros, sin importar si es racional o no, y la Ley de Gresham: «Las malas conductas expulsan a las buenas», lo que prueba que las malas prácticas perjudican el ambiente familiar general. ¿Qué pasará con ellos? ¿Procrearán generaciones de delincuentes? Durante la niñez y la pubertad se siguen los ejemplos paternos. ¿Cómo van a hacer para poder tener PATRIA, o tan sólo mencionar a Venezuela como su país natal, luego de tanto daño que le han hecho? A Venezuela le sale más barato estos en el exterior que presos aquí… Ah, vivimos más tranquilos y sabemos que jamás volverán.”
La interpretación de la frase «Piensa mal y acertarás» es una adaptación de la “Ley de Murphy”, que sostiene que si algo puede salir mal, saldrá mal. Por lo que prever y anticipar posibles problemas o contratiempos nos ayuda a estar mejor preparados y, por lo tanto, evitar sorpresas desagradables. Pensar que el gobierno haya dejado “escapar” a tanto politiquero malandro a propósito no está en mis cálculos, pero es posible. Pienso que hay una razón para ese comportamiento. El daño mayor nos lo hicieron los gobiernos que los apoyaron con sus discursitos hipócritas de “democracia, libertad de expresión y derechos humanos”, porque además les financiaron la aventura contra su patria, con la pedidera de sanciones, invasiones, bloqueos y pare de contar, con el único fin de ponerle la mano a nuestros cuantiosos recursos naturales. Y poner preso a sus payasos hubiese acarreado un alto costo tanto económico como político, sin olvidar la mala experiencia con Locoldo. Además, el tiempo destinado a manejar el problema nos hubiera retrasado los planes de la salida del foso en el que estábamos.
Creo que si en verdad hubiera sido peligroso, Nico no lo hubiera pensado dos veces y aún estuvieran en “El Dorado”, si es que aún existe. En este contexto, «Piensa mal y acertarás» nos invita a considerar los peores escenarios posibles como una forma de prepararnos mentalmente y tomar medidas preventivas. Puede sonar pesimista, pero en realidad puede ser una estrategia útil para la toma de decisiones y la gestión de riesgos, ya que podemos planificar con más detalle y estar mejor equipados para enfrentar desafíos inesperados. Ahí tienen el caso de Inmundo: ¿Creen que sería mejor tenerlo en el país, y aguantar ataques y mentiras nacionales e internacionales sobre su situación? ¿Y si le daba un patatún con su endeble estado de salud? Ah, de inmediato se señalaría a Nico y a la “dictadura” de culpables. Al permitir su “escape” el gobierno, digan lo que digan, se jugó una carta inteligente pues así lo niegue, quedó la constancia de lo que afirmó en el documento que firmó. El show posterior se veía venir conociendo el talante del personaje y sus secuaces. Pero estábamos preparados.
Es crucial mantener un equilibrio y no dejarnos dominar por una visión excesivamente negativa; esa Ley sólo nos recuerda la utilidad de anticipar problemas, estar mejor preparados y acertar en nuestras acciones. Sin embargo, es importante balancear esta perspectiva con una actitud realista. Ser conscientes de los posibles obstáculos no significa que debamos resignarnos a ellos; no, nos da la oportunidad de abordarlos de manera proactiva y eficiente. Fíjense en el caso de La Loca. ¿Quién no desea verla encanada? Ese personaje lleva ya muchos años apareciendo en todos los chaquitos de agua en los que se ha hablado de tumbar a Nico, y hasta de eliminarlo, por cualquier medio. En este último año y medio ha tratado de quitarle la batuta de la oposición a los viejos partidos del G7, G4, G3 o como se llame ahora. Su batalla no ha sido por Venezuela sino por satisfacer su ambición de ser la reina del baile pensando que el premio sería sustancioso. Sólo había que ver su cara y su sonrisa al abrazar a alguien del pueblo para pensar lo peor de ella, y seguro que acertarías.
El creerse intocable ha sido su peor error. Ahora habla de “clandestinidad” y todos saben dónde se encuentra. Dice que no se irá pero preparó sus maletas. ¡O sea! Sus decisiones políticas terminan en desastre y no son fruto de conspiraciones maliciosas, sino de errores y falta de previsión. Explicado de la manera más simple, la Loca padece del Efecto Dunning-Kruger: «Las personas con menor habilidad tienden a sobreestimar su competencia…». Este efecto psicológico describe cómo los inept@s tienden a sobrevalorar su habilidad y conocimiento, porque no aceptan su propia incompetencia y sus limitaciones. Además, no reconocen la habilidad de otros. Se va a buscar al Inmundo para que le dé la mitad del botín que haya recaudado, porque el chorro del financiamiento del norte se secó. Es más saludable para el gobierno que se “escape”, y que le vaya a enturbiar la resquebrajada paz al “Jardín de Borrell” de España, que alberga la podredumbre que escapa de Latinoamérica. Aquí viviremos en paz sin ella, porque los que se van no hacen falta, hacen falta los que vendrán.
El Pepazo