Los Estados Unidos de América se paran para uno de sus días más importantes, ese que solo ocurre el primer martes después del primer lunes de noviembre cada cuatro años. O lo que es lo mismo: las Elecciones Presidenciales. La batalla entre Kamala Harris y Donald Trump para heredar el cargo de Joe Biden, y ocupar ese Despacho Oval del lado oeste de la Casa Blanca. Los comicios paran todo, y marcan a una NBA que celebró, horas antes, una jornada llena de emoción. Todos los equipos, al parqué. Y brillo de estrellas como Nikola Jokic (28 puntos, 12 rebotes, 12 asistencias), Darius Garland (39+8), o Jayson Tatum (28 puntos, 26 de ellos al descanso).
No faltó nadie en un buen medidor del estado de la competición. Una en la que siguen como únicos equipos invictos los Cleveland Cavaliers (7-0), que dejaron más tocados todavía a los Milwaukee Bucks (116-114) pues suman un triunfo y seis derrotas, y los Oklahoma City Thunder (7-0), al destrozar a los Orlando Magic (102-86) con un buen choque de Jaylen Williams (23) y Shai Gilgeous-Alexander (21).
¿Hay alarmas en los Lakers?
Los Ángeles Lakers protagonizaron una de las historias negativas (115-103) de la noche de reflexión antes de las Elecciones. Cayeron en Detroit ante los Pistons, y suman su tercera derrota en tres salidas fuera del Crypto.com Arena. Son dos equipos diferentes dependiendo de si juegan en casa o fuera, cosa que lastra un récord (4-3) y propicia una sensación, cuanto menos, extraña. Los Pistons mandaron desde la salida, con un ritmo al descanso que Anthony Davis (37+9) no pudo igualar con otra exhibición. El triple-doble de Cade Cunnigham (17+11+11) prevaleció.
Y parece que esos problemas sí que molestan en Los Ángeles. «Somos dos equipos diferentes ahora mismo. Un partido mostramos que somos un equipo que juega como uno de los mejores en la liga. Otro, al siguiente, somos un equipo que no sabe todavía ni quién es», confesó el propio Davis.
Un partido mostramos que somos un equipo que juega como uno de los mejores en la liga. Otro, al siguiente, somos un equipo que no sabe todavía ni quién es
El back-to-back mató a Dallas
Luka Doncic fue uno de los jugadores más destacados de la noche al alcanzar 34 puntos, 15 asistencias y 7 rebotes. Una estadística superlativa que no se trasladó al partido, perdiendo con los Indiana Pacers por 127-134. A los Dallas Mavericks les lastró el back-to-back o jugar dos partidos en días consecutivos, quedándose sin gas en el último parcial, donde Bennedict Mathurin se convirtió en el faro de los Pacers metiendo varias canastas importantes. Incluso discutió con el propio Luka. «Empezó a hablar mierda un minuto antes de terminar. Le dije. Tío, para eso empieza al principio. No puede hablar mal solo al final», confesó el esloveno.
Empezó [Mathurin] a hablar mierda a falta de un minuto… No puedes hacer eso
Dallas, para el propio Doncic, se quedó sin gas defensivo a mitad de partido, regalando opciones a los Pacers y quedándose con un récord de 4-3. «Fue mala. Jugamos muy bien atrás contra los Magic, pero contra Indiana la dejamos ir. Hubo mucho ritmo, nos costó volver a jugar», relató el canterano madridista.
El surrealista primer tiempo de Tatum
El récord dice que los Boston Celtics tienen una derrota y que, por eso, no son el mejor equipo de la NBA. En la parte práctica, nadie osa a cuestionar al campeón. Su único resbalón -fue en Indiana- no cambia la cosa, y ejercen de perfecta máquina de ganar. A los Atlanta Hawks (93-123) les destrozaron con su habitual repertorio de acierto y variedad ofensiva, representada por un Jayson Tatum sublime (28 puntos y 9 asistencias)… en los tres cuartos que jugó.
El partido ya había muerto (+22 para Boston al descanso) al descanso, donde Tatum se fue con 26 puntos tras 9 triples en 13 intentos. Su cuarto partido del inicio de temporada en el que llega al intermedio anotando 20 puntos. Además, se unieron con 18 puntos Pritchard o con 16 Jrue Holiday.
Cleveland hunde a Antetokounmpo
En Cleveland resultó un choque ajustado (116-114) en el que dos jugadas representaron todo. Darius Garland, primero, pudo llevar su gran partido (de 39 puntos) a un triunfo tras anotar una canasta decisiva desde la media distancia. Y después Jarrett Allen frenó, con tapón, a un Damian Lillard al que nada le sale. Alerta roja en un candidato.
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El Pepazo/Marca