Como los productos que recomienda el médico ante la falta de hierro en el organismo, los Dallas Mavericks han encontrado su receta natural para que la ausencia de Luka Doncic se dulcifique lo máximo posible y no se note en demasía. Es Kyrie Irving, el mismo que quizá faltó en las últimas finales y vuelve a dominar. Con su baloncesto diferente, sus puntos y un liderazgo que se le pide por la condición estelar de su figura.
Irving lideró a los Mavericks en una contundente victoria ante los Utah Jazz fuera de casa (94-106). Dallas aceleró de salida con 18 puntos de renta tempranos y más allá de un segundo cuarto ramplón, mostraron que la dinámica era positiva. Irving fue la constante, con 30 puntos (más 9 asistencias, 7 rebotes, 4 robos y 6 triples anotados). Quentin Grimes, con 24, fue su escudero principal.
La quinta victoria en seis partidos sin Doncic, un registro quizá inesperado cuando los Mavs sufrían en las primeras semanas de temporada. Irving, que se colocó como el quinto jugador con más partidos de la historia con 30 puntos y al menos 5 triples convertidos, es su todo. “Es impactante lo que hace como líder. Soporta una carga pesada, pero sabe lo que hacer. Juega al ajedrez. Elige cuándo y cómo se juega, anima a los compañeros y el equipo juega a mucho nivel para él”, confesó Jason Kidd, su técnico.
Es impactante lo que hace como líder. Soporta una carga pesada, pero sabe lo que hacer. Juega al ajedrez
La vida puede ser caótica
Dejó a los Jazz sin otro triunfo. Solo llevan cuatro y es el peor equipo igualado a cuatro victorias con los New Orleans Pelicans. Ni Markkanen, su mejor jugador con 19 puntos, cambia la dinámica en Salt Lake City. Irving, su verdugo.
El Pepazo/Marca
Como los productos que recomienda el médico ante la falta de hierro en el organismo, los Dallas Mavericks han encontrado su receta natural para que la ausencia de Luka Doncic se dulcifique lo máximo posible y no se note en demasía. Es Kyrie Irving, el mismo que quizá faltó en las últimas finales y vuelve a dominar. Con su baloncesto diferente, sus puntos y un liderazgo que se le pide por la condición estelar de su figura.
Irving lideró a los Mavericks en una contundente victoria ante los Utah Jazz fuera de casa (94-106). Dallas aceleró de salida con 18 puntos de renta tempranos y más allá de un segundo cuarto ramplón, mostraron que la dinámica era positiva. Irving fue la constante, con 30 puntos (más 9 asistencias, 7 rebotes, 4 robos y 6 triples anotados). Quentin Grimes, con 24, fue su escudero principal.
La quinta victoria en seis partidos sin Doncic, un registro quizá inesperado cuando los Mavs sufrían en las primeras semanas de temporada. Irving, que se colocó como el quinto jugador con más partidos de la historia con 30 puntos y al menos 5 triples convertidos, es su todo. “Es impactante lo que hace como líder. Soporta una carga pesada, pero sabe lo que hacer. Juega al ajedrez. Elige cuándo y cómo se juega, anima a los compañeros y el equipo juega a mucho nivel para él”, confesó Jason Kidd, su técnico.
Es impactante lo que hace como líder. Soporta una carga pesada, pero sabe lo que hacer. Juega al ajedrez
La vida puede ser caótica
Dejó a los Jazz sin otro triunfo. Solo llevan cuatro y es el peor equipo igualado a cuatro victorias con los New Orleans Pelicans. Ni Markkanen, su mejor jugador con 19 puntos, cambia la dinámica en Salt Lake City. Irving, su verdugo.
El Pepazo/Marca