Cristiano Ronaldo va a continuar una temporada más jugando en Arabia Saudí y lo va a hacer con un contrato irrechazable en lo económico, pero no es único argumento para seguir ligado al Al Nassr, en lo que parece va a ser una unión de larga duración y con un compromiso de fidelidad a prueba de cualquier tentación. El portugués va a pasar a ser propietario del equipo, con una pequeña participación, pero que demuestra la confianza depositada en él.

Los dirigentes del club, en el intento de demostrar la admiración y el grado de satisfacción de lo que está haciendo CR7 desde su llegada a Riad, le han ofrecido-regalado el cinco por ciento de la propiedad del club, una histórica entidad deportiva saudí y que se encuentra de lleno en un cambio estructural, con la llegada de un nuevo CEO y presidente en los últimos meses.

La actitud de Cristiano Ronaldo, desde que llegó, ha sido positiva al máximo. Si algo ha tenido y tiene el portugués es compromiso máximo allá dónde ha estado y, desde que llegó, se ha tomado al Al Nassr como algo suyo, circunstancia que ahora será real con un pequeño porcentaje del club.

La renovación del contrato no admitía duda por parte de la propiedad y dirigentes del Al Nassr, que buscan dar al equipo las herramientas suficientes como para crecer y volver a competir por un campeonato de Liga que ha subido en exigencia con dos equipos por encima como Al Hilal y Al Ittihad.

Mirando al futuro

Tal y como se ha dado a conocer el tema económico, es otro factor importante, ya que el delantero ha renovado por una temporada a cambio de 183 millones de euros, es decir, 15.25 millones al mes, 3.8 a la semana y 550.000 al día, lo que le sigue colocando lo más alto del sueldo de los futbolistas de todo el mundo.

Cristiano Ronaldo quiere rodearse de futbolistas de su confianza. Uno de ellos, tal y como adelantó MARCA, podría ser Casemiro, con problemas en su equipo, debido a la mala situación deportiva del Manchester United. De concretarse sería la tercera ocasión en la que portugués y brasileño comparten vestuario. La primera, y durante cinco temporadas, tuvo lugar en el Real Madrid. La segunda fue mucho más corta, ya que apenas fueron cinco meses juntos en Old Trafford.