Australia tiene su primera final. El serbio se colgó la medalla de oro olímpica en el último enfrentamiento entre ambos París 2024
“No voy a decir que le tenga especial ganas de jugar con Djokovic en cuartos de un grande, no voy a mentir. No es que tenga miedo. Pero es cierto que si quieres ser el mejor tienes que ganarle al mejor o a las mejores. Cuando llegas a los cuartos cada ronda es una batalla”, reflexionaba el número tres mundial.
El martes habrán pasado 170 días del último enfrentamiento entre ambos en la final olímpica de París. Eso fue en tierra batida y esta vez se verán sobre superficie dura, algo que no tiene precedentes en sus duelos directos en los majors. “Intento no pensar en lo que ha ganado Novak porque de otra manera no podría jugar”, dice el joven de El Palmar.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero llega fresco a la cita, entre otras cosas porque su rival en octavos, Jack Draper, sacó bandera blanca como consecuencia de la misma dolencia en la cadera (una tendinitis) que no le permitió viajar a Villena en pretemporada para entrenar con su amigo Carlitos. “Vas a estar pronto donde mereces. Recupérate pronto”, escribió Alcaraz en la cámara de la realización.
El partido murió con un marcador de 7-5 y 6-1 para el español, tras 1 hora y 35 minutos de cierta lucha, sobre todo en la manga inicial donde Draper remontó un 5-2.
A dos puntos del set
A sus 37 años y 249 días, igualó el récord de presencias de Roger Federer (15) en los cuartos del Abierto australiano. Sólo Ken Rosewall y Federer superaron su longevidad entre los ocho mejores del torneo australiano. Recuperado de la lesión de rodilla y con Andy Murray en su banquillo es una amenaza para la nueva generación. Y más en una superficie de juego en la que se coronó en 10 ocasiones.
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El Pepazo/Marca