Se sale en su debut con León: de no jugar en el Rayo a ser el capitán y provocar el penalti de la remontada. El colombiano entró en el partido en el minuto 64 con el 1-0 en contra de León y cambió la dinámica del partido hasta dar la victoria a los suyos
La chispa que terminó provocando la remontada
El partido estaba siendo muy igualado hasta que en el minuto 62 un zapatazo desde más de 20 metros de Eduardo Aguirre que marcaba el primer gol del partido para Atlas. Un tanto que dinamitaba el partido y que provocaba una reacción inmediata desde el banquillo de Eduardo ‘El Toto’ Berizzo, entrenador de León. James Rodríguez iba a ingresar en el terreno de juego junto a Carlos Cisneros en el lugar de Emiliano Rigoni y Mauricio Isais, respectivamente. Un cambio que fue fundamental para que se prendiera la chispa de la remontada.
Nada más saltar al campo, James Rodríguez recibía el aplauso de su nueva afición mientras se colocaba el brazalete de capitán en el día de su debut. Un jugador que después respondió a ese afecto provocando el penalti en el que iba a iniciarse la remontada del León. Una contra rápida donde se iba a quedar en un uno contra uno contra Camilo Vargas e iba a terminar sufriendo una envestida del propio guardameta que provocaría que el colegiado del partido señalara la pena máxima. Un penalti que transformó Adonis Frías para devolver el empate al marcador.
En el Rayo Vallecano apenas tuvo la oportunidad de disputar algunos minutos. De hecho, pese a jugar siete encuentros en total, entre LaLiga y la Copa del Rey, el colombiano llegó a superar difícilmente los 200 minutos (205). Un contraste con la imagen dada en el León que nada se corresponde a lo que vivió el futbolista en el Estadio de Vallecas.
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El Pepazo/Marca