El mundo de la lucha estuvo presente en la fiesta de la toma de posesión del nuevo presidente
ENRIQUE MELLADO
La toma de posesión de Donald Trump ha dado para mucho, comenzando por el reencuentro entre Mike Tyson y Jake Paul, que recordemos que se enfrentaron en un combate de boxeo penoso en noviembre del año pasado. Durante la fiesta que el nuevo presidente ofreció en la Casa Blanca se encontraba este trío, aunque no fueron los únicos representantes del mundo de la lucha. Dana White o Evander Holyfield también se dieron cita en el 1600 de la Avenida de Pensilvania. Es más, el CEO de UFC fue sentado entre los expresidentes George W. Bush y Barak Obama durante el acto en sí de la toma.
Faltó otro viejo amigo de Trump, el expresidente de WWE Vince McMahon, aunque en otro de los bailes a los que tuvo que acudir Trump la noche del lunes, el Liberty Ball, le esperaba Hulk Hogan. Allí, el famoso luchador montó su numerito en pleno directo de la Fox y se arrancó la chaqueta para mostrar una camiseta de ‘Trumpmanía’. «Este traje me ha retenido durante cuatro años», decía.
El momento institucional dio pie a la fiesta principal ya en la Casa Blanca. De camino a la residencia presidencial, en el autobús, Conor McGregor compartió momentos de camaradería con los hermanos Paul, con quien ‘The Notorius’ parece tener una relación de amor-odio en las redes sociales, aparcada en los momentos de diversión.
«A veces, hay que dejar de lado las diferencias personales para pensar en el panorama general. No se trata de nosotros, se trata de apoyar a los líderes de nuestro país y, por supuesto, de mantener las manos de Conor alejadas de nuestra madre», bromeaba Logan Paul. En el vehículo, junto al irlandés iba sentada la madre de los youtuber-boxeadores. «De rivales a compañeros de campaña de Trump. ¡Todo es posible en Estados Unidos!», escribía McGregor en sus redes. El luchador fue el más reclamado en todos los que actos a los que acudió en Whashington.
Ya en la fiesta lo más comentado fue el ‘momento Jake Paul-Mike Tyson’. La ‘pareja’ realmente parecía estar de buen humor en su reencuentro en el baile inaugural que marcó el regreso de Trump al despacho oval. Jake Paul compartió el vídeo del momento en el que subió a hombros a Tyson: «Mejores amigos», escribió en ‘X’. Todos a su alrededor sacaron sus teléfonos y se pusieron a grabar la escena. Los dos boxeadores se lo pasaron en grande y no cabe duda de que entre ambos existe una profunda amistad que en realidad viene de lejos, cuando Mike los invitó a intervenir en su podcast.
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