Los manitos se estrenaron con el pie derecho. Los Charros aprovecharon el descontrol del pitcheo boricua para fabricar carreras en los innings finales
Los locales picaron adelante en el marcador en la parte baja de la primera entrada. Jack Mayfield pegó sencillo remolcador que trajo la primera carrera del encuentro en las piernas del antesalista, Mateo Gil.
Dos carreras más llegaron para los Charros en el cierre del cuarto acto, cuando Japhet Amador, conectó un sonoro doblete por el jardín central, para mandar al plato a Reynaldo Rodríguez y Donovan Casey. Con esas carreras México ampliaba su ventaja 3-0 en ese momento del juego.
Los boricuas descontaron en la parte alta de la quinta entrada gracias a Henry Ramos, que pegó doblete por el jardín central, para acortar la desventaja de su equipo en el electrónico.
Sin embargo, los Charros tomarían nuevamente ventaja de tres carreras gracias a Billy Hamilton, que fabricó él mismo la carrera al pegar sencillo, robarse segunda y tercera base, para posteriormente anotar con un wild pitch.
El descontrol de los lanzadores puertorriqueños en el octavo episodio terminó de sellar el triunfo de los Charros. Con un rally de cuatro carreras, dejaron el juego en el congelador. Sencillo de Michael Wielanskt, boleto a Billy Hamilton con bases llenas y un passed ball, completaron el racimo de cuatro anotaciones.
Solidez en la lomita
El lanzador abridor de los mexicanos, David Reyes, fue el encargado de maniatar por completo a la toletería de Puerto Rico, que no pudo carburar ni descifrar los pitcheos de Reyes durante el juego.
Reyes estuvo intratable en la lomita al lanzar por espacio de 7.0 innings, en los que permitió solo cuatro inatrapables, una carrera limpia, regaló una base por bolas y guillotinó a cuatro contrarios, para dejar su efectividad en 1.29 y adjudicarse el triunfo,
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