El ejemplar recuerda al Tyrannosaurus rex pero no comparte ningún parentesco.
Brazos diminutos, cuatro toneladas de peso y gran carnívoro. Aunque pueda recordar al Tyrannosaurus rex, se trata de una nueva especie de dinosaurio encontrado en Argentina, el Meraxes gigas, cuyo nombre hace un guiño al autor de «Juego de Tronos».
El cráneo, los brazos y las patas se encontraron casi completos, al igual que ambas caderas, la cintura pectoral y la pélvica; aunque las mandíbulas no han aparecido. También se identificaron diversas vértebras, entre ellas quince articuladas de la cola.
Características del ejemplar
Estos fósiles, hallados en la Patagonia argentina, dibujan el aspecto del Meraxes gigas, un dinosaurio del grupo de los carcarodontosáuridos que medía unos once metros de largo, pesaba más de cuatro toneladas, con dientes afilados y poderosas garras.
Los restos son de un ejemplar de unos 45 años, con un cráneo de casi 1,30 metros de largo decorado con crestas, surcos, protuberancias y pequeños cuernos (propios de un ejemplar adulto).
El paleontólogo imagina que Meraxes gigas pudo haber sido tan fiero como se cree que pudo ser T. Rex. El depredador «top de su momento», pero también «un carroñero si se presentaba la oportunidad».
Y considera que Meraxes gigas puede hacerse un hueco en el imaginario colectivo, como ya lo tiene Tyrannosaurus Rex. Algo que esta empezando a suceder, en películas como «Jurassic World«, es que incluyen ejemplares como el giganotosaurus o el carnotaurus, encontrados también en Argentina, «y eso ayuda a que la gente los reconozca».
El hallazgo se produjo en 2012, cerca de Villa El Chocón, al sur de la provincia de Neuquén, en un lugar llamado Cañadón de las Campanas, donde ya se habían encontrado otros restos de dinosaurios.
Sin grandes daños tras millones de años
«Sabíamos que podía haber más y organizamos un trabajo de campo conjunto», con la Fundación de Historia Natural Félix de Azara y el Museo Field de Chicago (EE.UU), en el que aparecieron estos fósiles que «no tienen prácticamente signos de erosión«, relató Canale.
Los primeros restos hallados salían de la roca y «tuvimos que excavar bastante. Lo que estaba más profundamente enterrado tiene un estado de conservación muy, muy bueno», agregó.
La especie Meraxes gigas desapareció hace unos 85 millones de años, a finales del Cretácico Superior, cuando se produjo un «pequeño evento de extinción no masiva» que también acabó con otros dinosaurios, «posiblemente por un cambio climático, aunque no estamos seguros».
No hay una relación cercana de parentesco con el Tyrannosaurus Rex
Aunque tenía unos brazos desproporcionadamente cortos, como el Tyrannosaurus Rex, «no hay una relación cercana de parentesco»; de hecho, el dinosaurio argentino se extinguió 20 millones de años antes de que el otro se convirtiera en especie y están muy alejados en el árbol evolutivo.
Sin embargo, Canale apuntó como «llamativo» que tiranosauridos, carcarodontosáuridos y abelisauridos desarrollaran, de forma independiente, una evolución que tendía a tamaños corporales muy grandes, «en algunos casos gigantescos», brazos muy cortos y cabezas proporcionalmente muy grandes.
«No sabemos muy bien por qué se dio esta tendencia evolutiva», aunque es probable que, en formas más primitivas, los brazos hubieran «cumplido un rol importante en la depredación», pero con el tiempo estas funciones las habría realizado con la cabeza.
Brazos cortos pero potentes
De lo que Canale no duda es de que alguna función tenían, «no eran extremidades vestigiales». Aunque los brazos fueran cortos, sus huesos eran muy robustos; además, la escápula y el punto de inserción muscular estaban muy desarrollados.
Eso significa que los brazos no se encogieron porque fueran inútiles, pero la cuestión más difícil es saber cuáles eran exactamente sus funciones.
Algunos investigadores -recordó- han sugerido que su uso pudo estar relacionado con comportamientos reproductivos, como sostenerse sobre la hembra durante el apareamiento, o para apoyarse al levantarse.
Mención a Juego de Tronos
En el nombre de Meraxes gigas suenan ecos de la saga de novelas «Canción de Hielo y Fuego«, cuya primera entrega fue «Juego de Tronos«, y no es casual.
Canale propuso el nombre de este dragón de la ficción creada por el estadounidense George R.R. Martin y al resto del equipo le pareció bien. «Es un autor que me gusta mucho y me gustó cómo sonaba para un dinosaurio«.
El paleontólogo imagina que Meraxes gigas pudo haber sido tan fiero como se cree que pudo ser T. Rex. El depredador «top de su momento», pero también «un carroñero si se presentaba la oportunidad».
Y considera que Meraxes gigas puede hacerse un hueco en el imaginario colectivo, como ya lo tiene Tyrannosaurus Rex. Algo que esta empezando a suceder, en películas como «Jurassic World«, es que incluyen ejemplares como el giganotosaurus o el carnotaurus, encontrados también en Argentina, «y eso ayuda a que la gente los reconozca».
Para recibir en tu celular esta y otras informaciones, únete a nuestras redes sociales, síguenos en en Instagram, Twitter y Facebook como @DiarioElPepazo
El Pepazo/20 Minutos