Helen Felvus tuvo dolores de estómago y no quiso ir al médico pensando que eran molestias renales. Luego, todo se precipitó
Helen planeaba casarse con David después de casi 45 años juntos, pero se vio obligada a adelantar la boda después de recibir el devastador diagnóstico.
Con sumo esfuerzo llegó al día de la boda y cumplió su sueño, pero murió trágicamente solo unas horas después de decirle «sí, acepto» a David el día de su casamiento.«Era un alma hermosa», dijo el hombre totalmente desconsolado.
Su hija Robyn Haynes, de 37 años, dijo: «Mi supermujer, mi mejor amiga. Mamá nunca fue a los médicos ni al hospital. Pensamos que era una infección renal», reconoció la mujer.
Helen comenzó a sufrir un dolor agudo y punzante en el costado derecho, pero la familia creía que era un problema de los riñones. Habló con su médico antes de irse de vacaciones con su pareja David Felvus, de 60 años, a Tenerife en julio pasado.
La salud de Helen empeoró radicalmente durante el viaje, y cuando volvió a su casa le diagnosticaron cáncer de intestino e hígado. Quedó internada en el hospital el 14 de julio. «Ya le costaba amucho hablar», dijo la hija.
Helen, madre también de Gavin, de 43 años, y abuela de Marcel, de 18, y Evan, de 10, fue enviada a casa para recibir cuidados paliativos el 27 de julio.
“Cuando le diagnosticaron el cáncer, inicialmente pensamos que teníamos un año de vida por delante, por eso fue muy difícil de digerir perderla tan pronto», contó la mujer. Y reveló que entonces fue decidida la fecha de casamiento para cumplir un viejo deseo de sus padres.
«Pensamos que iba a haber un plan de tratamiento para apoyar su cáncer, pero el hospital dijo que mamá estaba muy mal y que todo lo que podían hacer era hacer que se sintiera cómoda«, dijo. Helen murió el 30 de julio, pocas horas después de una boda íntima y familiar, donde rubricó su amor por David con un «sí, quiero».
Su hija agregó que ahora quiere crear conciencia sobre los síntomas del cáncer de hígado e intestino para que otros no sufran. «Si tiene dolores de estómago o si algo por algo no se sienten bien, vayan al hospital o al médico rápidamente. Quizás la historia de mi madre hubiese sido diferente si se hubiera realizado más controles preventivos», sostuvo.
«No me gustaría que ninguna otra familia pasara por lo que estamos pasando… Esto es devastador«, finalizó.
La familia está recaudando dinero para los gastos funerarios y ya ha superado las 2.800 libras esterlinas.
Helen Felvus tuvo dolores de estómago y no quiso ir al médico pensando que eran molestias renales. Luego, todo se precipitó
Helen planeaba casarse con David después de casi 45 años juntos, pero se vio obligada a adelantar la boda después de recibir el devastador diagnóstico.
Con sumo esfuerzo llegó al día de la boda y cumplió su sueño, pero murió trágicamente solo unas horas después de decirle «sí, acepto» a David el día de su casamiento.«Era un alma hermosa», dijo el hombre totalmente desconsolado.
Su hija Robyn Haynes, de 37 años, dijo: «Mi supermujer, mi mejor amiga. Mamá nunca fue a los médicos ni al hospital. Pensamos que era una infección renal», reconoció la mujer.
Helen comenzó a sufrir un dolor agudo y punzante en el costado derecho, pero la familia creía que era un problema de los riñones. Habló con su médico antes de irse de vacaciones con su pareja David Felvus, de 60 años, a Tenerife en julio pasado.
La salud de Helen empeoró radicalmente durante el viaje, y cuando volvió a su casa le diagnosticaron cáncer de intestino e hígado. Quedó internada en el hospital el 14 de julio. «Ya le costaba amucho hablar», dijo la hija.
Helen, madre también de Gavin, de 43 años, y abuela de Marcel, de 18, y Evan, de 10, fue enviada a casa para recibir cuidados paliativos el 27 de julio.
“Cuando le diagnosticaron el cáncer, inicialmente pensamos que teníamos un año de vida por delante, por eso fue muy difícil de digerir perderla tan pronto», contó la mujer. Y reveló que entonces fue decidida la fecha de casamiento para cumplir un viejo deseo de sus padres.
«Pensamos que iba a haber un plan de tratamiento para apoyar su cáncer, pero el hospital dijo que mamá estaba muy mal y que todo lo que podían hacer era hacer que se sintiera cómoda«, dijo. Helen murió el 30 de julio, pocas horas después de una boda íntima y familiar, donde rubricó su amor por David con un «sí, quiero».
Su hija agregó que ahora quiere crear conciencia sobre los síntomas del cáncer de hígado e intestino para que otros no sufran. «Si tiene dolores de estómago o si algo por algo no se sienten bien, vayan al hospital o al médico rápidamente. Quizás la historia de mi madre hubiese sido diferente si se hubiera realizado más controles preventivos», sostuvo.
«No me gustaría que ninguna otra familia pasara por lo que estamos pasando… Esto es devastador«, finalizó.
La familia está recaudando dinero para los gastos funerarios y ya ha superado las 2.800 libras esterlinas.