Hebert Colina M.
Todos coinciden: el servicio que se brinda en las Salas de Rehabilitación Integrales (SRI), pertenecientes a la Misión Barrio Adentro, es de primerísima calidad, tanto es así que quienes han llegado con medio cuerpo afectado y en peores condiciones salen casi que trotando luego de ser atendidos por los especialistas cubanos.
De eso no hay duda, es un servicio gratuito y por demás fenomenal del cual se benefician las comunidades aledañas a cualquiera de estas SRI o de cualquier zona donde no exista este servicio, que sigue siendo el mejor en todos los niveles.
Es cierto que el Mppps, por instrucciones del Gobierno Nacional, se encuentra realizando grandes esfuerzos por acondicionarlos de nuevo y esa decidida acción debemos apoyarla todos los ciudadanos que se benefician o no.
En Amparo, por ejemplo, el que está ubicado en la avenida principal, frente a la Iglesia Santa Teresita, brinda una excelente atención, pese a las falencias con las que cuenta y al que acuden muchas personas por la calidad que ahí encuentran.
Dichas falencias tienen que ver con la falta de aire acondicionado, pues los especialistas cubanos y el personal de salud venezolano labora en medio de un calor infernal, el mismo que aguantan los pacientes con problemas psicomotores que allí acuden.
La historia de esta Sala de Rehabilitación Integral es que fue vandalizada durante las terroríficas guarimbas, la robaron, fue saqueada y hoy adolece de una serie de necesidades que urgen una inmediata acción para ponerlo en condiciones más saludables y cónsonas con el servicio de salud que allí se brinda.
«Es preciso meterle la mano a esta instalación de salud, fue vandalizada, pero necesita urgentemente reparar el aire acondicionado», dice el paciente Elio Medina quien acude unas tres veces por semana a sus terapias.
Lo cierto es que es urgente y la propia comunidad aledaña a este SRI debe involucrarse para, por lo menos, organizarse y brindarle una jornada de limpieza, pintura y otras necesidades que bien pueden cubrirse con el apoyo de todos.
Por eso, es necesario meterle la mano urgentemente al aire acondicionado, dotarlo y ponerlo «pepiao», concluyen todos los pacientes que allí acuden.
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El Pepazo
