Leonardo Núñez Martínez
Bastaba con oír consejos de vecinos para que un montuno empeñado en sembrar pajas «brachiarias’ en las sabanas de Perijà desistiera. Muchos guajiros de Mapuey dejaron de arrojar escombros en Las Peonías cuando supieron que su vida dependía de ese sistema lagunar y en Sichipés el sorgo no hubo de sembrarse nuevamente si no se garantizaba el agua.
Tomar la justa dirección es propio de los baríes si el consejo viene de los ancianos. Construyendo caminos por El Venado, un solo derrumbe era suficiente para ubicar un puente sobre estribos en lugar distinto. Los pescadores en el Lago cambian de rumbo luego de lanzar sus redes inútilmente y los verdureros de El Bajo abandonaron la cebolla y zanahoria cuando sus barbacoas mostraron el follaje rápido del cilantro y cebollín.
Cuando los piragüeros de Santa Bárbara divisaban una «manguera» frente a las costas de Potreritos, «daban un golpe de timón» para evitar sus efectos. Los marenses han entendido que el «desarrollo» carbonero es un rumbo equivocado y abrazan hoy la reforestación y el cultivo. Así como extinguieron las peleas de gallos, los maracaiberos finalmente se han sumado al rechazo universal contra las corridas de toros.
¿Qué hubiese sido de los perijaneros si no se hubiesen quitado de encima a Venancio Pulgar?. ¿Acáso Bolívar no torció el rumbo de la Revolución cuando le dió carácter popular y asumió la igualdad y justicia social?
«Torcer el rumbo» o «dar un golpe de timón» es de sensatos cuando se oye a los demás y se evidencia una dirección equivocada, para ello sirven la democracia y la observación a la naturaleza. Solo brutos, interesados o mercenarios se empeñan en la ruta incorrecta.
La supremacía gringa no admite la democracia y persiste en desoír a la casi totalidad de los países del mundo que exigen el cese del bloqueo a Cuba, reiterado en decenas de oportunidades en la ONU. No atienden la ola universal que se ha levantado contra las sanciones impuestas a Venezuela y siguen «perdiendo los cobres» financiando a la derecha apátrida.
No tuercen el rumbo quienes anhelan retornar al Poder queriendo arrodillar a la revolución bolivariana y desconocer la voluntad popular expresada en elecciones libres celebradas según nuestra Constitución. Prefieren sumarse al empeño imperialista últimamente inútil de «torcer el brazo» a los gobiernos que no se le subordinen.
«Dar un golpe de timón» hoy, es conducirnos por la vía que nos lleva hacia el Estado Comunal. ¡No hay otra!.
¡ORGULLOSAMENTE MONTUNO!
El Pepazo