El sospechoso no negó los cargos, por lo que se espera que se enfrente a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
La Policía de Los Ángeles cerró este martes el caso de los asesinatos de una adolescente y una mujer joven cometidos en 2011 al reconocer el acusado los cargos que se le imputaban. Tras más de una década sin poder demostrar la culpabilidad del sospechoso, finalmente fue posible mediante el uso de ADN recolectado de un escupitajo en una acera, informa NBC News.
Borjas se enfrenta a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional cuando sea sentenciado el 12 de diciembre.
Los investigadores utilizaron en 2017 una controvertida técnica conocida como prueba de ADN familiar para vincular a Borjas con el crimen. Tras obtener las pruebas forenses de las víctimas, las compararon con ADN de las bases de datos policiales y la búsqueda resultó en una coincidencia con el padre de Borjas, cuyo ADN estaba en los archivos a causa de un arresto anterior.
El Pepazo/RT Español