Cristiano Ronaldo está en el mercado. Su ruptura, abrupta al máximo, con el Manchester United, le coloca en un callejón con escasa ms salidas, por no decir, que solamente una, la de abandonar la élite del deporte que le ha hecho grande. El paso atrás es inevitable y todo hace indicar que su destino será el Al-Nassr de Arabia Saudí, un fútbol en crecimiento (bien lo demostró con la victoria ante Argentina) pero lejos de la exigencia competitiva que reclama Cristiano Ronaldo.

El pasado verano recibió cuantiosas ofertas procedentes de Arabia Saudí, tal y como contó MARCA en su momento y que el portugués reconoció en rueda de prensa el pasado lunes. En aquella ocasión la propuesta llegó a los 242 millones de euros por dos temporadas. El portugués la rechazó por su idea de continuar en la pelea por los títulos importantes y aumentando sus datos y números en la Champions, algo que el Manchester United tampoco le ha podido ofrecer.

El abanico de búsqueda de equipo ha quedado muy reducido en la ocasión. Los grandes de Europa le han dado la espalda y lo cierto es que nadie puede asumir el elevado costo que supone su presencia, tanto en lo deportivo como en la convivencia en el vestuario.

El propietario de Al-Nassr, el principe Faisal Bin Turki, busca dar un golpe de efecto y el de Cristiano Ronaldo sería colocar en el mapa al equipo y la competición. La propuesta se acerca en mucho a la recibida el pasado verano. En aquella ocasión CR7 prefirió apurar. Ahora las circunstancias son distintas y el portugués parece decidido a dar el paso.

Lo cierto es que sus experiencias tras la salida del Real Madrid han sido negativas al máximo. Su salida de la Juventus fue complicada y muy tirante con sus compañeros, mientras que la del United ya es de sobra conocida. El jueves inicia su quinto Mundial y, por ahora, sin equipo, pero muy cerca del que puede ser su próximo destino, el Al Nassr.