El ‘tratado de paz’ de Queiroz, que accedió a poner de titular Sardar Azmoun, muy criticado por sus protestas contra el régimen, tuvo el mejor final posible. Gales, que reforzó el ataque con el tanque Kieffer Moore (1,96 metros) acompañando a Bale, lo tiene casi imposible.

Azmoun abandona el terreno de juego ovacionado.

Arrancó mejor Irán, que introdujo cinco ‘caras nuevas’ en el once: Azmoun, Hosseini, Rezaeian, Ezatolahi y Gholizadeh. Queiroz abandonó su tradicional planteamiento reactivo y apostó por cargar el área con Taremi y Azmoun. El ‘rebelde’ atacante del Bayer Leverkusen estuvo en todas. Sin embargo, la primera clara, a los 12′, fue para Moore para los ‘dragones’. Hosseini, sustituto del lesionado Beiranvand, respondió con un paradón al rematea quemarropa del ‘9’ del Bournemouth.

Respondió Irán en el 15′ con un gol… anulado. El hiperactivo Azmoun aprovechó un error de Roberts en salida para robar y servir el ‘pase de la muerte’ a Gholizadeh. El extremo del Charleroi marcó a placer, pero estaba en fuera de juego.

El gol anulado a Gholizadeh por fuera de juego.

Azmoun siguió inquietando a Hennessey con un cabezazo que salió fuera en el 23′ y un remate que no llegó a conectar por poco en el 45′.

El segundo tiempo comenzó con una triple e inmejorable ocasión para Irán en el 51′. Azmoun, quién si no, fue el protagonista. Cuesta creer que no llegara el 0-1. El punta del Leverkusen envió al poste un mano a mano. El rechace fue a parar a Gholizadeh, que conectó un zurdazo desde la frontal… que también se estrelló en el palo. Hubo un tercer rechace. Azmoun, con todo a placer, conectó un testarazo que se estrelló contra Hennessey. Todo ello en apenas 10 segundos. Increíble.

El tiro al poste de Gholizadeh.

Ahí fue cuando Azmoun dijo basta. Sin embargo, el ’20’ de Irán, que arrastraba molestias musculares, ‘estiró el chicle’ hasta el 68′, cuando dejó su lugar a Ansarifard. Su imagen, retirándose ovacionado, es de ésas que te reconcilia con el mundo. Dejar en el banquillo a su segundo jugador más valioso -sólo le supera Taremi- es un lujo que Irán no se puede permitir. Lo que no una el fútbol…

Mientras tanto, ni rastro de un ‘desconectado’ Gareth Bale. Ni antes ni después de Robert Page moviera el banquillo y diera entrada a Brenna Johnson y Daniel James. Del exmadridista sólo cabe destacar, si acaso, un intento de remate de espuela en el 67′ que taponó bien la zaga persa.

El remate de espuela de Bale.

Irán, en cambio, seguía buscando el gol. Hennessey, nuevamente, se volvió a vestir de héroe para desviar a córner, con la yema de los dedos, un tiro de Ezatolahi en el 73′.

El final del partido fue ‘movido’. Hosseini desvió a córner un trallazo de Ben Davies en el 83′. Un minuto después, Hennessey pasó de héroe a ‘villano’. El portero de Gales salió a la desesperada y propinó un tremendo rodillazo a Taremi en la cara. El árbitro, el guatemalteco, Mario Alberto Escobar, le sacó amarilla, pero el VAR le delató: roja.

La roja a Hennessey.

Irán acabó volcado. Un extraordinario disparo de Torabi desde la frontal en el 87′ volvió a ‘lamer’ el poste.

La puntilla llegó en el 101′. Taremi lanzó la contra y cedió para que Ramin Rezaeian picara sobre la salida del meta. Golazo que deja a Irán con 4 puntos y a Gales con uno. La paz ha llegado a una Irán que podría pasar a octavos por primera vez en su historia.