Las últimas posesiones del partido del actual campeón en la cancha de los Utah Jazz pasan a ser patrimonio ‘del expediente X’ de la mejor liga de baloncesto del mundo
Los Golden State Warriors perdieron un partido imposible. No por rival o debido a su superioridad en términos de estilo y de juego. El 124-123 en el EnergySolutions Arena de Utah, ante los Jazz, quedará para el recuerdo por la suma de jugadas desgraciadas que marcaron los últimos segundos. En un compendio de errores defensivos, falta de concentración e inteligencia del equipo mormón. Los campeones, de paso, se sitúan en el 50% con 13 -13 y fuera de puestos de PlayOffs.
El partido marchaba bien para los Warriors, que en el último cuarto solventan una situación de 10 abajo (103-93, 37′). A falta de 34 segundos tienen ventaja tras una gran canasta de Kuminga tras asistencia de Poole. A partir de ahí llega el ‘festival’. Primero, Clarkson es expulsado tras una flagrante al propio Kuminga que acierta desde el tiro libre (119-122, 15″ para el final).
Atacan los Jazz, que no consiguen petróleo y le regalan un tiro libre a Poole. Lo acierta. En su siguiente posesión, los Warriors se apagan. No defienden y Malik Beasley, un tirador contrastado, acierta desde la esquina. 123-122, con 6,9 en el reloj. Hay un último ataque.
«Sólo hay un partido así cada año. Sales del pabellón y no sabes lo que ha pasado. Cometes errores y te vas sacudiendo la cabeza sin entender nada», explicó Steve Kerr. Perdieron el partido imperdible. Una de las cosas más raras del año en la NBA.
OTROS RESULTADOS
NBA
El Pepazo/Marca