Existe un gran desconocimiento sobre el cáncer de vejiga, que es mucho más frecuente de lo que se suele pensar. Conocer sus síntomas y signos de alerta es clave para acudir cuanto antes al urólogo, diagnosticarlo precozmente y aplicar un tratamiento óptimo.
María Sánchez Monge
El cáncer de vejiga es bastante desconocido, a pesar de que se encuentra entre los más frecuentes. Una encuesta realizada por la Asociación Europea de Urología muestra que casi el 60% de los adultos no están familiarizados con él o ignoran lo grave que pueden ser. Esta falta de conocimiento influye en el retraso del diagnóstico y, en consecuencia, en los resultados de los tratamientos.
El informe anual que elabora la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) sobre las cifras del cáncer en nuestro país muestra que los cánceres más frecuentemente diagnosticados en hombres en 2022 serán los de próstata (30.884), colon y recto (26.862), pulmón (22.316) y vejiga urinaria (17.992). En mujeres serán los de mama (34.750) y los de colon y recto (16.508). A mucha distancia, los siguientes en la población femenina serán los de pulmón (8.632), cuerpo uterino (6.773), tiroides (4.640), páncreas (4.509), vejiga urinaria (4.303) y los linfomas no hodgkinianos (4.283).
El cáncer de vejiga tiene una incidencia estimada de 9,5 casos por cada 100.000 personas al año en los hombres y 2,4 casos por 100.000 entre las mujeres. Uno de los motivos por los que es mucho más frecuente en los varones es porque está muy relacionado con el tabaco (en al menos el 50% de los casos) y, según recuerda Luis Martínez Piñeiro, jefe del Servicio de Urología del Hospital La Paz, de Madrid, históricamente, “las mujeres han fumado menos, aunque el tabaquismo está aumentando en ellas y también la incidencia de este cáncer”. No obstante, aclara que debe haber otros elementos que expliquen esa gran diferencia entre sexos: “Hay una serie de factores genéticos que, posiblemente, protegen a la mujer de estos cánceres”.
El signo de alarma más importante del cáncer de vejiga
En resumen, las personas que deben estar más atentas ante la posible aparición del cáncer de vejiga son los hombres, los mayores de 50 años, los fumadores y quienes han estado expuestos a determinadas sustancias tóxicas en el trabajo. Sin embargo, las causas exactas de este tipo de tumores se desconocen y nadie está a salvo de ellos.
Martínez Piñeiro expone el principal motivo de sospecha del cáncer de vejiga: “La alarma más importante es el sangrado. Si alguien orina sangre, tiene que ir al urólogo. Es obligatorio”. La modificación de tonalidad de la orina depende de la cantidad de sangre que se expulse al hacer pis y suele ser de amarillo a naranjo o rosa y, con menos frecuencia, a rojo oscuro.
El sondeo de la Asociación Europea de Urología indica que esta señal de alerta es ampliamente desconocida, ya que más de la mitad de los encuestados no sabía que un cambio en el color de su orina podría ser una indicación precoz de la existencia de este tumor. Según los resultados del análisis, el 75% de los europeos adultos no siempre prestan atención a su orina cuando hacen pis y el 22% lo hace muy ocasionalmente o nunca.
Hay que tener en cuenta que el sangrado no tiene por qué ser especialmente llamativo o persistente. “Son sangrados intermitentes; un día sangras un poco, dejas de sangrar, vuelves a sangrar al cabo del tiempo…”, precisa el urólogo. Por eso, “muchas personas se confían, ven que sangran un poquito y que después desaparece y creen que carece de importancia o que será por un esfuerzo que han hecho”. Al final, pasan meses, o incluso años, hasta que empiezan a tener síntomas mucho más intensos, y entonces es cuando acuden al médico. El resultado es la pérdida de un tiempo precioso y de la oportunidad de diagnosticar precozmente el cáncer.
La encuesta de la Asociación Europea de Urología corrobora la tardanza en solicitar atención médica. El 20% de los participantes dijo que, en caso de notar un cambio en el color de la orina, esperaría una semana o más antes de consultarlo con un médico u otro profesional sanitario. La razón más frecuentemente alegada para no buscar ayuda inmediata era que consideraban que se trata de un síntoma que mejora por sí solo.
Martínez Piñeiro reitera que todas aquellas personas que detecten un cambio de coloración en la orina que puede indicar la presencia de sangre (hematuria) “tienen que ir al urólogo para hacer un diagnóstico de cáncer de vejiga o descartar su presencia”. Es muy posible que, finalmente, la causa sea otra (infección, tumores benignos, piedras en el riñón, cálculos en las vías urinarias, enfermedades renales benignas..), pero es preferible asegurarse.
La razón por la que es tan frecuente el sangrado en la orina es sencilla. “Estos tumores son muy frágiles y con las contracciones de la vejiga para eliminar la orina se rompen y sangran”, explica el especialista.
Otras señales de alerta del cáncer de vejiga
Junto a la presencia de sangre en la orina, hay otros signos y síntomas que pueden ser indicativos de la existencia de un cáncer de vejiga. Estos son los más relevantes:
- Dolor en la zona del bajo vientre.
- Orinar con más frecuencia de lo habitual.
- Dolor o ardor al orinar.
- Sensación de que se necesita orinar inmediatamente, incluso cuando la vejiga no está llena.
- Dificultad para hacer pis o flujo débil de la orina.
- Tener que levantarse para orinar muchas veces durante la noche.
Estos síntomas, que no tienen por qué presentarse junto con sangrado, también pueden estar causados por otras enfermedades, como infecciones del tracto urinario, cálculos en la vejiga o vejiga hiperactiva, pero siempre hay que acudir al médico para averiguar el motivo.
Cuando se trata de un cáncer avanzado y existen metástasis en otros órganos, se pueden producir síntomas muy variados, dependiendo de su localización. Los sitios más frecuentes en los que aparecen metástasis del cáncer de vejiga son los huesos y el pulmón, aunque también pueden aparecer en el hígado, el cerebro y casi cualquier órgano.
Con motivo de la presentación de los resultados de la encuesta sobre conocimiento ciudadano, Arnulf Stenzl, secretario general electo de la Asociación Europea de Urología, resaltó la importancia de diagnosticar precozmente el cáncer de vejiga: “La detección temprana es crucial porque mejora las tasas de supervivencia”. En este sentido, señaló que aquellos pacientes que son “diagnosticados en el estadio 1 tienen un 80% de probabilidades de supervivencia a los cinco años, frente al 40% en el estadio 3”.
El Pepazo/Cuídate/Marca