El partido entre Brooklyn Nets y Washington Wizards será recordado por su sorprendente resolución. Una canasta ganadora marcó el final del choque, pero no cómo acostumbran a ser. Cam Thomas no encontró el sitio e intentó levantarse desde una posición complicada. Iba en carrera y lanzó como pudo el balón. Recibió un tapón de Daniel Gafford… que resultó ser ilegal cambiando el rumbo del partido en el barrio de Prospect Heights (125-123).

Nada es normal en Brooklyn. Horas antes del choque se conocía que Kyrie Irving no lo jugaría debido a unas molestias en la pantorrilla. No parece ser el motivo viendo sus últimas horas y movimientos respecto a su futuro. Y los Nets se presentaron de urgencia sin el base con origen australiano, ni Kevin Durant ni Ben Simmons.

Ese desastre se vio sobre la cancha, dónde fueron superados muchos minutos por los Wizards. El electrónico llegó a reflejar más de 20 puntos de diferencia bien entrado el tercer cuarto (62-83, 27′). Hasta que apareció Cam Thomas. El pequeño anotador realizó el partido de su vida y en 29 minutos se fue hasta los 44 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias, 65% en el tiro y 4/5 en el triple. El tercer jugador más joven de todos los tiempos en anotar 40 puntos desde el banquillo.

«Vete a trabajar, mi chico», dijo su compañero Edmond Summer sobre el consejo que le dio su equipo a Thomas. Es una victoria vital, pues les afianza en las posiciones de cabeza de Playoffs antes de una semana tumultuosa. De no salir, parece que Irving jugará y no será apartado… y si sale, la plantilla cambiará.

Para los Wizards, un nuevo golpe. Encadenan dos partidos seguidos perdidos, tras el que perdieron ante los Portland Trail Blazers, en los que tenían rachas a su favor de más de 20 puntos a su favor. Es el primer equipo en 25 años con un registro así.