Nikola Jokic sigue empeñado en que la 2022-23 sea su temporada. La del ansiado título, más allá de cualquier distinción individual que debería recibir viendo números e influencia durante el curso. Sus 30 puntos, 10 rebotes y 9 asistencias ante los Detroit Pistons (100-119) valieron el primer billete que reparte el irregular y sin dominador claro Oeste para la post-temporada. Y, de paso, adiós a la mala racha.

Si bien es cierto que los Detroit Pistons jamás serán una vara de medir para un equipo contendiente, los Denver Nuggets necesitaban enterrar la mala racha de cuatro partidos consecutivos perdiendo. No fue un asunto fácil y los de la ‘Motor City’ entraron al periodo final con opciones de triunfo (86-86, 36′). Denver tuvo que sacar su repertorio, con un Jokic sensacional al mando y volviendo a mostrarse efectivo frente al aro (75% en tiros de campo).

Fue un parcial de 0-16 (91-102, 41′) el que desniveló las cosas. Construido entre Jamal Murray en la dirección (19 puntos, 6 rebotes y 10 asistencias) y un Jokic que percutió el aro rival ‘rascando’ dos anotaciones y rebote en ataque. Los Pistons, sin ritmo… y sin interés (probablemente) se desengancharon por completo.

De cara a la post-temporada, la de Detroit no es una victoria que debería significar grandes cosas, aunque permite respirar a los de Colorado tras varias semanas con problemas defensivos. El equipo vuelve a retomar la fuerza en el rebote, consigue nutrir a Gordon (15+8) como otra amenaza en ataque, y corta una racha que comenzaba a preocupar.

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