Manuel Paredes
La destrucción del salario por parte del régimen al negarse a salarizar los exiguos aumentos decretados en forma de bonos ha generado el más profundo rechazo de todos los venezolanos que estamos en situación de miseria, en particular de los pensionados a quienes se les dejo en 25$ mensuales, ingreso que ni siquiera entra en las
consideraciones pobreza sino de ruina absoluta.
Es que el Banco Mundial en su última actualización sobre el nivel de pobreza extrema lo establece en 2,15 $, de allí que esta entidad multilateral s considera que todas las personas que disponen de menos de esa cantidad al día viven en la pobreza extrema, esa es su ultima indexación toda vez que anteriormente lo ubicaba en 1,90, esto es según esta organización porque el incremento de los costos de los alimentos básicos, la vestimenta y la vivienda ha aumentado en los países de ingreso bajo entre 2011 y 2017.
En el caso de los trabajadores activos el asunto se resuelve, según el régimen con 70 $, 40 de cesta ticket y 30 de bono de guerra, ubicándose en el umbral de la pobreza extrema, además que no tienen ninguna incidencia en las prestaciones ni utilidades de los trabajadores, lo cual ayuda al planteamiento expresado por Jorge Roig de
Fedecamaras que no se debe aumentar el salario porque atenta contra los pasivos laborales que deben cancelar las empresas, olvidándose que en Venezuela es el país donde el sector privado paga menos aunque sus productos se venden a precios internacionales en dólares.
Ya la encuesta ENCOVI 2022 realizada por la UCAB demuestra la profunda brecha entre los que ganan más y los que devengan menos, la cual es de “70 veces”; esto es, 7,9 dólares versus 552,2 dólares. Además, “casi el 40% de los hogares con mayores ingresos están en Caracas. Y Caracas solo concentra el 16% de los hogares del país”, lo
que conlleva a que exista también una migración interna hacia la capital.
La emigración en el país no cesa y es doloroso ver como nuestros connacionales padecen los atropellos y xenofobia en los paies donde les ha tocado emigrar, recientemente sabemos de los cientos venezolanos que estuvieron “presos” entre Chile y Peru, en condiciones infrahumanos con temperaturas extremas de dia 30º y de noche 0º, a la intemperie, sin agua, servicios santarios, alimentación, atención medica por parte de
los gobiernos de estos países hasta que finalmente pudieron partir.
De igual manera, se conoce de la expulsión de más de 4 mil venezolanos de Estados Unidos a Mexico, tras levantamiento de Título 42 el 11 mayo, los migrantes de Venezuela continuarán siendo expulsados a México. Bajo el Título 8, donde serán puestos en procesos de deportación acelerada con imposición de consecuencias como
prohibición de reingreso.
Frente a esta situación de destrucción del salario y de las condiciones de vida de los venezolanos, es importante impulsar la unidad y la acción coordinada de todos los sectores, dejando a un lado el sectarismo y el protagonismo, estableciendo con claridad un plan que conlleve a mantener la protesta en la calle.
Se debe seguir estableciendo como planteamiento el salario constitucional con base al articulo 91, el respecto a la contratación colectiva, la seguridad social, la libertad sindical, asimismo, exigir la libertad de los luchadores sociales y trabajadores secuestrados por el régimen por el solo hecho de defender derechos y conquistas
laborales.
En el caso del Zulia desde la marcha del 1ro. de Mayo hemos venido avanzando en la unidad de las distintas fuerzas y organizaciones sindicales, de trabajadores y pensionados con la participación de FETRAZULIA, ASI, Comité de Regional de Conflicto, Magisterio, gremios que hemos planteado desarrollar un conjunto de
asambleas que permitan difundir y escuchar los planteamientos de los distintos sectores para desarrollar la lucha hacia la convocatoria de una hora cero que paralice el país.
A pesar que el país esta paralizado, esta acciones de radicalización deben comenzar con la agitación como los cacerolazos, tomas de esquinas, asambleas permanentes, movilizaciones, visitas a los organismos internacionales, embajadas, representación de las iglesias, que difundan a nivel internacional la grave situación del pueblo venezolano.
De manera que la respuesta de los trabajadores y pensionados sea contundente, entendiendo a la vez que este es un problema político, que tiene una solución político como lo es la salida del régimen y levantar un programa unitario que garantice las libertades democráticas, el regreso de los exiliados, la libertad de los presos políticos y
el cambio de modelo económico para favorecer la producción nacional, el desarrollo de las fuentes de empleo, elevar los salarios para elevar la demanda y el consumo.
De esta manera, se hace necesario combinar las diferentes formas de lucha, que avancen de manera unitaria hacia el logro de estos propósitos.
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