Leonardo Núñez Martínez
Cuando llegábamos a un «fundo», solicitábamos al dueño y nos respondían que en el patio no se encontraba, era costumbre preguntarnos de inmediato, ¿dónde andará?. De sabidas, el montuno siempre, siendo propietario, se involucraba en las múltiples tareas de la producción agraria, pudiendo haber estado en otro lugar de la «matera», distinto al patio o «capital», pero se sabía que «estaba».
Podía estar abriendo una guardarraya, «tirando» un lienzo, recorriendo potreros o recogiendo ganado. Los perijaneros guapos participaban con los trabajadores en las distintas faenas como un obrero más, ejercían un verdadero liderazgo, sin las «flojeras» que vinieron después. Los patrones haraganes comenzaron a proliferar cuando se les metió el Capitalismo en la cabeza, haciendo que hoy muchos, dirijan sus operaciones a través de un celular, ajenos y distantes de las actividades que sus peones realizan.
¿Dónde andará?, se preguntan hoy también los trabajadores, ante la prolongada ausencia del jefe, poseído éste de la idea burocrática como principio de gestión. Ha sido tal el desprendimiento de los propietarios con la dinámica que se vive en un «fundo», que los obreros en muchos casos, ni les «echan de menos».
¿Dónde andará?, nos preguntábamos los venezolanos cuando los Presidentes se ausentaban, guardaban silencio, nadie los veía o no aparecían públicamente. Era difícil saber dónde andaban. Seguramente haciendo «negocios», paseando, de «shopping» o pasando la rasca.
Se trataba de una vida de privilegios y retiros frecuentes, sin dar la cara ante el país, que desconocía generalmente «donde andaría» el Jefe de Estado. Nos acostumbraron a ello hasta tal punto que «ni se les echaba de menos» cuando se ausentaban.
Hoy, el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela se involucra en todos los asuntos públicos o de interés general y toda la población se entera de su agenda, dónde se encuentra, qué dijo en la mañana, con quién se reunió, a dónde asistió y hasta las reuniones con sus ministros son públicas.
El derecho de los venezolanos a saber «dónde andará» el Presidente, se corresponde con el protagonismo inherente a su cargo y el respeto que nos merecemos los ciudadanos. Estar al frente del Estado, gobernar de verdad e informar de ello insistentemente al país, ha dejado atrás el viejo misterio de las desapariciones presidenciales.
¡ORGULLOSAMENTE MONTUNO!
Para recibir en tu celular esta y otras informaciones, únete a nuestras redes sociales, síguenos en Instagram, Twitter y Facebook como @DiarioElPepazo
El Pepazo