Manuel Paredes
El proceso electoral para escoger autoridades rectorales, representantes profesorales y de egresados al consejo universitario, decanos y directores de escuelas, constituyó un evento importante luego de 14 años sin elecciones rectorales. Este retardo ha permitido en muchas universidades, por acción del régimen, la designación de autoridades impuestas sin la consulta de los universitarios.
Este proceso se da en el contexto de la destrucción de la universidad nacional por vía de la eliminación de un presupuesto justo, del asalto de sus instalaciones, la destrucción física de su edificación, se ha querido minimizar por parte del régimen a través de una misión gubernamental para “embellecer” sus instalaciones. Lo cual constituye un maquillaje cuando sus profesores empleados y obreros se les ha destruido su salario por vía de la OPSU en correspondencia con el instructivo 2792 de la ONAPRE, de la cancelación de los pagos por medio del Sistema Patria.
Frente a este realidad se presentaron 7 formulas rectorales, uno del oficialismo y 6 de los sectores que lo adversan, donde el Partido Bandera Roja decidió apoyar a la cuarteta de “Apertura” encabezada por Paulino Betancourt, candidato a Rector; Nina Polanco, candidata a Vice Rectora Académica; Emilio Flores candidato a Vicerrector Administrativo y Amalio Sarco Lira candidato a Secretario.
Los otros candidatos a Rector que se presentaron fueron Humberto Rojas del grupo “Activos por la U”, Victor Rago del equipo “Consenso Académico”, Amalio Belmonte del equipo “Compromiso 2023” , Rómulo Orta del equipo “Autonomista”, Enrique Lòpez del equipo “Unidos por la U”, candidato de la actual rectora Cecilia Garcia de Arocha y Miguel Alfonso que representa al chavismo.
En la campaña se abordaron diversos temas sobre sus programas de gobierno, en la cual la mayoría de los candidatos abogaron por obtener recursos, que muchos se concreta en el cobro de la matrícula universitaria y la privatización de la misma, desconociendo lo que la gratuidad de la enseñanza y la autonomía ha representado como bandera de lucha de los universitarios desde la generación del 28, la protesta contra la dictadura
perezjimenista el 21 de Noviembre de 1957.
En este lapso se dieron debates acerca de la necesidad de buscar la verdad, la ciencia y enfrentar esta propuesta privatizadora con el cultivo del espíritu crítico en el marco de la autonomía, eje fundamental de la universidad.
Por ello se planteo que la lucha por un presupuesto que permita cubrir los gastos de investigación, de las providencias universitarias, de comedor, bibliotecas y el pago digno de los profesores, empleados y obreros. El cobro de matrícula y la privatización de los servicios no garantizan que se cubran. En este sentido, Paulino Betancourt planteo 14 propuestas en la que destaca que se devuelvan las instituciones que pertenecen a la UCV y se respete la autonomía.
Esta propuesta logró posicionar a Paulino como una opción para optar a una segunda vuelta, lo cual le llevo a recibir una campaña sucia al plantear que es representante del régimen. Lo que pone en evidencia una postura en sectores universitarios de no tener una visión unitaria para enfrentar al régimen y jugar al descredito frente a un candidato que tiene la primera opción de ganar el Rectorado de la UCV.
Finalmente el dia 26 de Mayo, fecha esperada con ansias por los universitarios para elegir sus autoridades, se produce un caos con la instalación de las mesas, por el daño de las boletas a causa de haber sido depositados en oficinas donde les cayeron goteras y de esta manera no pueden ser utilizadas en las lectores ópticas.
Ante lo cual surgen las interrogantes, si previamente para ser enviadas a las distintas dependencias de las comisiones electorales en facultades y núcleos no se tenía el conocimiento y se esperó hasta última hora para informar del daño, de acuerdo a las propias declaraciones de la Comisión Electoral.
Esto llevó a que Paulino Betancourt solicitara la renuncia de la Comisión Electoral y una nueva fecha, los estudiantes fueron más allá y solicitaron la renuncia de la actual Rectora Cecilia García de Arocha. A pesar de la renuncia de dicha comisión, el Consejo Universitario no la aceptó y designa una comisión técnica para que se abocara a resolver los problemas presentados.
Esta elección deja varias lecciones que son necesarias establecer, en primer lugar, luchar y preservar la autonomía universitaria, toda vez que este proceso electoral frustrado se realizó sin el CNE y debe mantenerse así pero es preciso establecer con claridad el método, aquí se pretendía realizar un modelo mixto, votación manual y lectura digital, el cual fracasó.
En segundo lugar, la necesidad de un debate serio sobre el carácter de la universidad sobre la base de los argumentos sobre la autonomía, como impulsadora de la ciencia y el conocimiento, acerca de la gratuidad de la educación universitaria. Aspectos en los cuales Bandera Roja se mantendrá firme defendiendo estos postulados, enfrentando el régimen privatizador que de facto ha venido imponiendo el régimen en los sectores de
salud para ser atendidos.
Para ello es necesario mantener la unidad y lucha en estos debates, impulsando la más amplia participación en el próximo proceso electoral previsto para el 9 de junio, de manera que la votación sea masiva para demostrar los deseos de cambio de los venezolanos frente al régimen.
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