El dolor de pecho causado por gases presenta unos síntomas característicos que lo diferencian de un infarto de miocardio. Se trata de una sensación muy molesta que podemos prevenir siguiendo varios consejos, por ejemplo, a la hora de comer.

Alicia Cruz Acal

Es inevitable, ante ciertos dolores siempre nos ponemos en lo peor. En el caso de que sea el pecho el que nos moleste, no es raro que se nos pase por la cabeza una misma idea: infarto de miocardio. No obstante, lo cierto es que pueden ser múltiples los motivos por los que esta zona nos duela. Uno bastante frecuente son los gases, que pueden manifestarse a través de numerosos síntomas.

Pero, ¿por qué pueden causar dolor de pecho? “Se debe a un mecanismo de ‘dolor reflejo’. Los gases se van acumulando, lo que provoca una distensión de las asas intestinales y una compresión de las distintas estructuras abdominales, entre las que se encuentra el diafragma, que separa nuestra cavidad abdominal de la torácica”, responde Antonio M. Moreno García, experto de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) y especialista en Aparato Digestivo del Hospital Universitario Jerez de la Frontera. Moreno detalla que esta compresión del diafragma es la responsable de que sus terminales nerviosos se activen y lleven la información al cerebro, que la traduce en dolor.

Aunque la duración de este síntoma es variable, dependiendo de factores como el funcionamiento del aparato digestivo de cada individuo, normalmente se prolonga durante unos 15 o 20 minutos y se alivia con la expulsión de los gases. Si pasado este tiempo el dolor no cede, es importante consultar con un médico para descartar otros problemas, como un evento cardíaco.

Síntomas del dolor de pecho por gases

Son varios los signos a través de los que podemos distinguir si esta molestia corresponde o no a la presencia de gases. Moreno apunta que “el dolor de origen cardiaco es de características opresivas, como si tuviéramos un peso en la región retroesternal, pudiendo irradiarse al brazo izquierdo y cuello”. Además, agrega que se suele acompañar de sudoración y una sensación nauseosa, así como de dificultad para respirar.

En cambio, es más habitual que el dolor por acumulación de gas sea más agudo y punzante, con molestias en la zona abdominal alta. El especialista aclara que no es habitual que irradie al brazo izquierdo ni al cuello, tampoco que haya sudoración ni dificultad respiratoria.

“El dolor opresivo de pecho relacionado con los gases generalmente se desencadena después de una ingesta. En algunas ocasiones, se asocia a otros síntomas propios de reflujo gastroesofágico, como son el ardor o la regurgitación de alimentos que llegan hasta la garganta”, resalta Susana de la Riva, especialista en Aparato Digestivo en la Clínica Universidad de Navarra (CUN).

Así puedes prevenir el dolor de pecho por gases

Son varias las recomendaciones que podemos seguir para no sufrir de gases y, por tanto, evitar el dolor de pecho provocado por los mismos. Los expertos consultados por CuídatePlus indican los siguientes:

Comer y beber despacio. Es importante tratar de no tragar aire y masticar bien los alimentos para lograr su adecuada fragmentación.
Evitar comidas o bebidas que favorezcan la aparición de gases, como alimentos ricos en grasas, condimentados o bebidas gaseosas, así como el consumo de chicles o caramelos, pues aumentan la deglución.
Intentar hablar lo menos posible durante la ingesta, pues así aumenta el aire que entra en nuestro organismo.
No fumar. Al inhalar humo también se traga aire.
Evitar el sedentarismo. Un paseo corto después de las comidas previene la acumulación de gas.
No tomar bebidas alcohólicas. El alcohol ralentiza la musculatura del tubo digestivo, produciendo retrasos en el vaciamiento gástrico y motilidad del intestino. Esto conduce a la acumulación de gas en el tracto digestivo.

Cómo aliviar el dolor de pecho por gases

Una vez que el dolor en el pecho ya se ha establecido, “disponemos de medicamentos antiflatulentos que reducen la cantidad de gas y mejoran el cuadro clínico, como la simeticona, que se puede tomar en forma de comprimidos o jarabe”, declara Moreno.

Por su parte, de la Riva resalta que otra manera de echar los gases es mediante maniobras posturales, “como ponernos de rodillas con el cuerpo inclinado hacia delante y la cabeza apoyada en una almohada”. Asimismo, continúa la experta, “podemos realizar respiraciones profundas diafragmáticas, que nos van a ayudar a la relajación y a la expulsión de los gases a modo de eructos”. Por último, recomienda la toma de infusiones digestivas que contengan hinojo, jengibre y/o melisa.

Si en el episodio agudo los síntomas no ceden, cambian o empeoran, será necesario consultar con nuestro médico de cabecera.