Que se nos pele la piel quiere decir que el ADN de las células ha sido dañado por la radiación solar. Los expertos advierten: no es recomendable “arrancarse” esta descamación. Por el contrario, indican que beber mucha agua o aplicar paños fríos son algunos de los cuidados básicos cuando esto nos sucede.
Alicia Cruz Acal
- Más allá de enrojecimiento, dolor o quemazón, la piel pelada es uno de los signos inequívocos de que nos hemos expuesto a los rayos solares durante demasiado tiempo. ¿Por qué se produce este fenómeno? ¿Qué implica para la salud de nuestra piel? CuídatePlus ha consultado a dos dermatólogos para que nos den respuesta a estas y otras preguntas.
Antes que nada, es importante recordar que las quemaduras solares son una respuesta inflamatoria de la piel ante el daño ocasionado por la radiación ultravioleta (UV), cuando una exposición excesiva sobrepasa los mecanismos de defensa natural protectores. “Cuando ocurre una exposición solar suficiente como para causar que nuestra piel se queme y se pele, quiere decir que el ADN de las células ha sido dañado por la radiación UV, causando inflamación y dilatación de los capilares sanguíneos”, explica Carmen Kannee, médico del Instituto de Dermatología Integral. La experta señala que todo ello se traduce en los síntomas con los que arrancaba este artículo.
Esas células dañadas, continúa Kannee, “sufren muerte celular y gracias a la capacidad de reparación de la piel se eliminan cuando esta se pela”. En concreto, se descama la capa más superficial. “Lo que hace nuestro organismo es eliminar las células dañadas para que sean sustituidas por otras nuevas”, resume la especialista.
Por tanto, el hecho de que se nos pele la piel es realmente un mecanismo regenerador de nuestro organismo, aunque esto no quiere decir que sea bueno. A largo plazo, las consecuencias para nuestra salud pueden ser severas. El daño no está limitado a los signos más visibles, es decir, al ardor, las rojeces, la hinchazón o las ampollas en los casos más severos. Kannee advierte que “la radiación UVA es capaz de penetrar hasta las capas más profundas de la piel y causar a largo plazo envejecimiento cutáneo, conocido como fotoenvejecimiento. Se manifiesta por el desarrollo precoz de arrugas, flacidez y pérdida del brillo y elasticidad”.
Pedro Herranz, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital La Paz, añade que “las quemaduras solares repetidas, especialmente durante la infancia, son un factor predisponente para el cáncer de piel”. Además del envejecimiento, el experto agrega que otros efectos de la descamación a nivel estético son la aparición de manchas o de lesiones vasculares.
¿Es bueno quitarse la piel pelada?
Los expertos preguntados son tajantes: absolutamente no. Simplemente, hay que dejar que el proceso natural de reparación de la piel ocurra.
“Si la ‘arrancamos’ pueden aparecer heridas que son la entrada a posibles infecciones bacterianas o, incluso, cicatrices en aquellas personas con predisposición a desarrollarlas”, detalla Kannee.
Consejos para cuidar la piel pelada por el sol
Además de no despegar por nuestra cuenta la piel, Kannee nos cuenta qué cuidados básicos debemos aplicar una vez que estemos descamando:
- No exfoliarse, pues puede hacer que la piel pelada se desprenda prematuramente.
- Secar la piel a toquecitos, no frotarla con la toalla.
- Aplicar paños con agua fría sobre la quemadura para calmar la inflamación que produce la sobreexposición solar.
- Darse la ducha con agua templada o fría, sin que el chorro sea demasiado fuerte.
- Beber mucha agua para mantenerse hidratado. De esta manera, compensamos el aumento de la pérdida de agua que se produce a través de la piel debido al daño ocasionado por la quemadura en una de las capas.
- Aplicar productos emolientes calmantes y testados dermatológicamente.
- Evitar el uso de cremas anestésicas o cosméticas que pueden causar sensibilización y alergia por contacto.
- No exponer la piel al sol hasta que se haya reparado por completo y siempre con fotoprotectores con alta protección UVB/UVA.
Por otra parte, la dermatóloga subraya que en caso de que se formen ampollas o se manifiesten síntomas como fiebre, escalofríos, náuseas, vómitos o dolor intenso, es necesario acudir al médico para que evalúe el caso y aplique un tratamiento acorde a la severidad de la quemadura.
Medidas para evitar quemaduras solares
Por último, los expertos consultados recuerdan qué medidas tomar para prevenir las quemaduras solares:
- Utilizar protector solar de amplio espectro y de alta protección UVB/UVA durante todo el año, no solo en verano, y de forma diaria. En momentos en los que estemos expuestos al sol, tras nadar o sudar, debemos aplicarlo cada dos o cuatro horas.
- Hacer uso de la crema solar 30 minutos antes de la exposición de manera uniforme.
- No tomar el sol en las horas centrales del día, cuando la radiación es más fuerte.
- Llevar otros accesorios protectores como gorros, sombreros, gafas, sombrillas o ropa con protección UV.
- Complementar la fotoprotección tópica con suplementos orales durante los periodos de mayor exposición solar. Estos actúan como antioxidantes y ayudan a proteger las células de la piel de los efectos nocivos de la radiación UV.
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