Thaischi Molina
Un día de abril, desperté y abrí por fin las ventanas del balcón de mis sueños,
Dejé llegar tu sombra hasta los límites de mi vida
sin querer, deje pasar el tiempo
abrí los cerrojos de mi templo y llegaste cual ave sigilosa, te hiciste sentir con tu bello esplendor, volabas en mi cielo estrellado,
y las niñas de mis ojos te iluminaban y revoloteabas de un lado a otro.
Pude ver en ti lo que otros no veían.
Tu canto era una sinfonía de ángeles que encantaba mis oídos.
Algo paso,
Te dejaron llegar hasta donde te lo permitieron
Por culpa de esa delgada línea del pasado no pudiste seguir, atrapado y sin esperanza te aislaron de mi
Aún esa soga que te colocaron en tu pecho no te deja avanzar a mi regazo.
No puedes volar porque la sombra de la soledad se incrustó en tus alas y el peso de ella te hizo vulnerable,
como filo de espada ha cortado tus esperanzas en mil pedazos
Oh! Alondra pérdida, ya no sigas luchando entre no saber qué hacer, entre la soledad, tus miedos y tus sueños.
Escucha la voz de tu alma y se libre!
Libre cual gaviota entre las olas del mar,
Libre como el viento que estremece las copas de los árboles más imponentes, libre como el pez en medio de los ríos abiertos
Se libre para amar y ser amado.
Con tu pico de marfil desmenuza las cadenas antiguas y rompe el grillete de la esclavitud
Rompe el silencio y abraza la paz que yo te doy
Haz de tu mundo, un lugar donde puedas anidar los sueños del alma sin mirar atrás
Descubre que hay otra vida en mis brazos.
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El Pepazo