La amarga soledad que me deja en ansias

Thaischi Molina

Aún te extraño aunque no lo sientas,
te extraño cuando envío mis besos
al viento y este los lleva hacia ti,
para que respires la melancolía de no tenerte.

Te extraño cuando me abraza la soledad
y ella misma me pregunta por ti.
Te extraño tanto, que la luna me ha pedido que hagamos una alianza
para no llorar más frente a las estrellas.
El extrañarte hace que los kilómetros de distancia duelan al no acariciar tu bello rostro,
no me dejan mis brazos rodearte de calor.
Un beso ha salido de mis labios para comenzar un largo viaje,
llevando en su maleta las caricias y el te amo que tejí con amor y ternura para ti.

Mientras esté beso viaja;
te pienso y salen del baúl de los recuerdos;
los sueños, anhelos, esperanzas, las sonrisas, alegrías y tristezas
y aún así, te extraño.
Te extraño cuando cierro las ventanas de mis ojos y veo tu rostro angelical.
Te abrazo tanto, que mi alma se embriagó de amor por ti.
Te pienso y te traigo velozmente a mí
y me doy cuenta que endulzas mi existir.
Te extraño tanto que la espera se hace lenta,
que tomo el sorbo de la soledad y está me deja en ansias.
Tomo en mis manos y domo al viento fuerte y hago de el,
las alas de la libertad, las coloco en mis lomos
para volar y huir donde estés.
Te extraño tanto, como cuando el sol quiere ver a su moza,
pide al creador, que haga el milagro del eclipse total para encontrarse con la luna.

Extraño tanto tus recorridos por toda la casa, extraño el verte dormir y despertar
Todo lo que puedo decir es que eres el centro de mi corazón, mi delirio y mi querer.

Eres el pedacito de carne que salió de mi
y parte de mi corazón está contigo.

Extraño el latir de tu corazón
El brillo hermoso de tus ojitos color café.

Te extraño como cuando la tierra anhela el rocío de la mañana;
como cuando los árboles desean que vuelvan los pajarillos a anidar en sus ramas un tanto alargadas.

Así es el extrañarte,
así es cuando todo me recuerda a ti.
Escucho tu sonrisa en cada onda expansiva del mar,
en cada camino que me lleva a otro,
en cada mañana cuando cantan los pájaros;
y en la bondad de Dios,
tú siempre estarás conmigo.
A pesar de todo,
Te amo y te extraño tanto hijo de mi vida.