Selene Rivera
Ovidio Guzmán, uno de los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán, llegó este viernes a EEUU después de ser extraditado desde México, confirmó la Justicia estadounidense.
«Esta acción es el paso más reciente en el esfuerzo del Departamento de Justicia para atacar todos los aspectos de las operaciones«, del cartel de Sinaloa, señaló el fiscal general de EEUU, Merrick Garland, en un comunicado.
El fiscal agradeció al Gobierno mexicano por lograr el traslado de Guzmán y aseguró que EEUU seguirá trabajando para traer ante la Justicia a «los responsables de alimentar la epidemia de opioides que ha devastado a comunidades en todo el país«.
En abril de este año, la Justicia estadounidense presentó cargos en tres distritos federales distintos contra Guzmán y tres de sus hermanos por haber presuntamente asumido el liderazgo del Cartel de Sinaloa tras el arresto y la posterior extradición de su padre a EEUU.
Los cargos, en los distritos federales del Sur de Nueva York, el Norte de Illinois y el Distrito de Columbia, se emitieron como parte de una investigación sobre «la mayor y más prolífica operación de tráfico de fentanilo del mundo«, liderada por el citado cartel y «alimentada por compañías farmacéuticas chinas«.
El cartel de Sinaloa, según Washington, es el cartel narcotraficante «más poderoso del mundo» y responsable en gran parte de la producción y manufactura de fentanilo para su distribución en EEUU, donde esa droga, considerada 50 veces más potente que la heroína, es «la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 49 años«.
Guzmán y sus hermanos, conocidos como los «Chapitos«, también fueron acusados de trasportar «sistemáticamente» toneladas de cocaína desde y a través de Sur y Centroamérica hasta EEUU, de acuerdo con el Departamento de Justicia.
Las autoridades estadounidenses apuntan que esa organización ha estado involucrada en actividades de tráfico de drogas hacia EEUU y violencia desde hace más de una década y media.
El Ejército mexicano detuvo el 5 de enero a Guzmán en el norteño estado de Sinaloa y después lo trasladó al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1 Altiplano, conocido también como el penal de Almoloya, ubicado en el Estado de México, donde también estuvo recluido su padre, quien escapó de ahí en 2015.
La detención sorprendió al ocurrir días antes de la visita a México del presidente estadounidense, Joe Biden, con motivo de la Cumbre de Líderes de América del Norte, aunque el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, negó cualquier relación entre los dos hechos.
Estados Unidos, que ofrecía 5 millones de dólares por su captura desde diciembre de 2021, acusa al presunto narcotraficante de delitos que versan sobre la conspiración para la introducción de drogas a ese país.
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El Pepazo/2001/Con información de EFE.