León Magno Montiel
@leonmagnom
Su rostro era el de un romano, de frente baja y amplia, cara cuadrada y nariz aquilina.
Su cabello era ralo y corto, de pequeñas orejas dispuestas para soportar los ansiados laureles alrededor de su cráneo.
Por tener esa fisonomía lo llamé “el Nerón de la gaita” cuando lo conocí en el decenio 1980.
Me refiero a Pedro Rossell, solista de excelsitud; un caballero cabal en gesto y trato.
Pedro Manuel Rossell Fonseca nació el 19 de septiembre de 1950 en el Hospital Castillo Plaza, el año del asesinato del ñGeneral Carlos Delgado Chalbaud, llamado “el Gaitán venezolano. Comenzaba un tiempo duro, una larga dictadura en nuestro país.
Su padre es Pedro Pablo Rossell Rossell, ejecutante de la armónica y la guitarra, nació en 1918 en las playas de Adícora, y a sus 95 años de edad, compartía cantatas con su hijo predilecto.
Su madre Aleida Fonseca era oriunda de Jadacaquiva, nació en 1923. Ella solía esperar a Pedro, el mayor de sus cuatro hijos, para que le cantara con su cuatro en las tardes de añoranzas falconianas.
A sus padres fueron premiados con el don de la longevidad, a ellos dedicó la gaita “Un par de viejos que adoro” de la autoría de Jairo Gil.
El apellido Rossell es de origen catalán, deriva de “roselios” un toponímico utilizado en las islas del Mediterráneo que significa “los rojizos”. Pasó a tierra firme, se asentó en Barcelona y más tarde en Valencia (España) donde dio nombre a un municipio. Luego apareció en Gran Bretaña como Russell, tiene mucha presencia en Escocia e Irlanda.
A Venezuela llegó procedente de las Antillas Holandesas y echó raíces profundas en la península de Paraguaná.
De allí que el cantor Alí Primera lo llevara como su segundo apellido. La madre de Alí, Carmen Adela Rossell, era prima del padre de Pedrito. A su vez, él es primo de Alexis Rossell el maestro del arpa, y de Leví Rossell el insigne dramaturgo y actor venezolano.
Su carrera como solista gaitero la inició con el conjunto Los Azulejos en 1968, cuando grabó el tema “Princesa guajira” con una sorprendente difusión.
Luego estuvo durante una temporada con Los Tropicales del Éxito. En 1971 Douglas Soto, escrutador cuidadoso de talentos, quedó sorprendido por su timbre vocal y le propuso ingresar a Cardenales del Éxito, conjunto que representaba su máxima aspiración profesional, allí permaneció hasta 1979. En 1973 grabó “Grandeza zuliana” de Simón García:
“Salve oh tierra amada
porque la naturaleza
preñó de grandezas
a este pueblo tan fecundo
le dio un lago de cristal
y un grandioso Catatumbo
y a su idolatrada
Virgen de Chiquinquirá
y lo que faltaba
que aquí todo el año
ahora es navidad”.
“Canto magistral” de Hernán Laguna en 1974, y su clásico “Lago mío” de Luis Oquendo Delgado en 1975:
“Yo te quiero lago mío
porque eres del Zulia dueño
fuente de vida y ensueño
su poesía y canción
de la Chinita mansión
nido del sol y estrellas
y donde brilla y destella
el relámpago divino
el gran rumbo y el destino
dorado de la nación”.
En paralelo a sus actuaciones con Cardenales del Éxito comienza su trayectoria como empleado de la Secretaría de Cultura del Estado Zulia. Allí realizó labores de apoyo logístico a las actividades artísticas en plazas y teatrinos de la ciudad. Conoció a la joven Neiva Paz y se unieron en matrimonio el 18 de octubre de 1977.
Neiva es una educadora nativa de Bachaquero, pertenece a una de las familias que vino desde Falcón atraída por el boom petrolero, en el éxodo de los años 40. Con ella conformó un hermoso hogar de tres hijos: Gaibelis Beatriz quien es licenciada en Educación Preescolar de LUZ; Carolina Beatriz, licenciada en Administración de LUZ y Antonio José, licenciado en Música egresado Cum Laude de la UNICA.
Ellos tres, junto a Michelle Beatriz Rosell Méndez, su hija mayor, quien reside en Caracas, conforman los cuatro amados herederos de Pedro Rossell Fonseca.
En 1976 le grabó a Rafael Rodríguez su tema “Maracaibo diamantina” y se convirtió en éxito nacional:
“El Señor juntó pedazos
y te puso en occidente
para que así el sol de frente
te acunara entre sus brazos.
Y frente a Santa Lucía
con su espejo de agua y luz
se dispara el arcabuz
con que brota un nuevo día”.
En 1980 se produce la crucial división de la filas de Cardenales del Éxito y Pedro ingresa a Estrellas del Zulia. Con ellos graba el tema de su fraterno amigo Ricardo Portillo “Maracaibo pueblo esperanzado”:
“Poeta que tú escribes letras de oro
cuando a mi Maracaibo te refieres
dile a tu pueblo que también nos duele
sentirnos amargados y estar solos
no es posible que siendo nuestro pueblo
la segunda ciudad de Venezuela
sean tantos los problemas que se cuelan
por la nefasta alianza del gobierno”.
Luego de dos temporadas en esa divisa liderada por el doctor Alfredo Urdaneta, es contratado por la agrupación Rincón Morales, con ellos impone un tema romántico del falconiano Alberto Osteicoechea “Eternamente tuyo”:
“Amor, yo necesito tuyo
amor, tus besos tus arrullos”.
Después formó parte del grupo Amor y Gaita de Lenin Pulgar y colaboró con Los Compadres del Éxito. .
Más tarde estuvo como solista principal en Los Jocosos de Javier Bertel. En la temporada 2000 se unió a Gosugaita, conjunto liderado por Carlos Gómez, donde compartió escenarios y vivencias con Jerry Sánchez y Leandro Lenin Montiel.
Con Leandro solía tocar guitarra en la “Rondalla y Serenata” hasta el día de su muerte el 21 de enero de 2007. Con esa novel divisa grabó los temas: “La octava maravilla”, “La tienda de la Virgen” y “La pionera”.
Desde 1988 Pedro Manuel es locutor, con el certificado 14.785. Comenzó su carrera ante el micrófono en Radio Selecta 1390AM realizando el programa “Surcos de la gaita”. Compartió con el finado animador Ramón Castellano, laboró en Radio Coquivacoa en el Centro de Educación Popular de Santa Rosa de Agua por tres temporadas.
Fue uno de los talentos de Sabor 106 FM con su espacio “Por siempre gaitas”. Allí su operador técnico es su hijo Antonio José Rossell Paz.
La radio representó para Pedro Manuel otra de sus pasiones, tan importante casi como el canto, a través de ella vehiculizaba su vocación de cronista de lo cotidiano.
En medio de tantos aplausos recibidos, alegrías vividas con su familia y logros artísticos notorios, a Pedro Rossell le tocó afrontar graves quebrantos de salud. El 21 de enero de 2013 fue sometido a una delicada intervención quirúrgica en el Instituto de Enfermedades Cardiovasculares (IECTAS), donde le realizaron un remplazo de la válvula mitral.
El prolapso de esta válvula lo venía afectando desde hacía varios años.
La operación se prolongó por horas, permaneció en cuidados intensivos varios días, y se recuperó satisfactoriamente.
En su mundo interior Pedro fue un místico, hombre de oración, fervoroso creyente de la Virgen y sus milagros.
Su equilibrio vital lo conseguía a través de sus rezos, la meditación y la música que nutría su alma.
Este cantor con cara de romano, arribó a 45 años de carrera artística, ya jubilado de la Secretaría de Cultura
Pedro Rossel icono de nuestro canto popular, bien merece que lo recordemos con una corona de laureles, como máximo reconocimiento a su generalato artístico y a su extensa obra cantoral.
Como nos enseñó el argentino Ernesto Sábato; lo importante no es ser famoso, sino ganarse el respeto por lo que se ha realizado. Y ese respeto lo tuvo bien ganado Rossell: El César de la gaita.
“Sabor de la tierra mía
ese canto magistral
cuando lo siento entonar
como grata melodía
viejo acento de mi lar
un campanario sonando
mientras que un coro cantando
las notas que hacen soñar”.
(Hermán Laguna,1974).
El 20 de marzo de 2014 el corazón de Pedro dejó de latir. Terminaba así una vida admirable de un caballero afable, un señor de canto gaitero. Sus exequias se realizaron en la Basílica de Chiquinquira entre las notas y repiques de sus gaitas.
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