León Magno Montiel
@leonmagnom
Algunos cantantes al entonar sus notas encienden la nostalgia, otros traen la protesta en su voz, otros atizan con su timbre el dolor que provoca el amor perdido. Cuando Danelo Badell comienza a cantar enciende todas las luces de la celebración, él es la voz de la fiesta decembrina.
Su nombre en hebreo tiene como significado: “La justicia de Dios”. Su patronímico lo trajeron los inmigrantes catalanes a nuestras costas, eran nautas con gran vocación de emprendedores, excelentes editores, taquígrafos y magníficos comerciantes de ultramar.
Danelo Enrique Badell Galué nació el 26 de noviembre de 1950, en el sector La Covacha, ubicado detrás del edificio Miranda en La Limpia.
Fue el cuarto hijo de un comerciante llamado Juvenal en Alicia Aurora Galué, mujer de familia con tradición gaitera.
Danelo fue un inquieto estudiante baraltiano, aficionado a cantar en las jornadas culturales de ese liceo modélico de Maracaibo.
Desde los 18 años trabajó como Técnico Superior en Telecomunicaciones en CANTV, alternando esa labor con su pasión innata: cantar.
Su recorrido por las agrupaciones gaiteras ha sido muy extenso, comenzó con el conjunto Lagomar en 1967 grabando el éxito “Esplendor Gaitero” de Brinolfo Fonseca.
Luego pasó a Los Tropicales del Éxito. En 1970 entró a las filas del Santanita, allí estuvo hasta 1973. Después formó parte de Cardenales del Éxito, con ellos pegó temas como “Fiesta decembrina”, “Mensaje Navideño”, ”Fascinante Venezuela”, cubrió con esa agrupación el exitoso período de 1974 hasta 1979, ciclo durante el cual viajaron a Panamá y cautivaron al público del istmo.
Fue miembro fundacional de La Universidad de la Gaita, conjunto que surgió como resultado de una abrupta división de Cardenales del Éxito. Con ellos grabó “Gaita entera”, “Porque te quiero”; permaneció por dos temporadas, 1980 y 1981.
Participó una temporada con el Gran Coquivacoa, grabó la parranda “La Negra Cocoacoa” en 1982, más tarde con Gaiteros de Pillopo desde 1984 hasta 1987 al lado de su compadre Astolfo Romero y Daniel Méndez.
Allí logró colocar en la memoria colectiva temas como: “La piñata”, “Los remedios”, “Prefiero mi gaita”, “La lechina”, “Cabimas” y “Déjenmela así” en la temporada 1991:
“Yo no hablo por hablar
en realidad sólo digo
que no hay folclor más divino
que la gaita de mi lar”.
(Neguito Borjas, 1991).
En 1988 regresó a Cardenales del Éxito y grabó el hermoso homenaje “Al Maestro Billo” de Simón García y Ricardo Portillo, y la pieza de Elvis Cano “Ambiente de pascua”. Con esa divisa viajó a España y obtuvieron el primer lugar en el Festival Folclórico de los Pueblos del Mundo, realizado en Madrid en 1988. Luego entró a las filas de VHG, hasta que en el año 2000 fundó la agrupación Iluminación Gaitera junto a Wolfang Romero.
Con ellos impuso temas como “Toda una vida” que fue galardonada como Gaita del Año 2000.
Se recuerda con emoción su brillante participación en el Festival “Una Gaita para el Zulia”. Allí dejó para la historia el tema “El Colindante y el Poeta” de la autoría de Jack Pérez y José Marrero, pieza donde ejecutó la guitarra Miguel Delgado Estévez:
“Hasta la plaza Baralt
guiado por briosos corceles
trae un carruaje a Udón Pérez
dispuesto para charlar
con la gente del lugar
en el barcito de Pradelio
y entre bardos y bohemios
allí suele disfrutar”.
(Cardenales del Éxito, 1991).
Danelo Badell ha pasado dos momentos muy difíciles en su vida, ambos en el año 2000; el primero la muerte de su hijo Dennys, producto de una riña en el sector San Jacinto donde residía, cuando apenas tenía de 26 años.
El otro fue la muerte de su compañero de vida, compadre de sacramento Astolfo Romero.
Dos hechos terribles para él, que lo entristecieron y pusieron la traba más dura de soslayar en su carrera artística.
Producto de su gran afinidad con “El Parroquiano” Astolfo, participó cantando en el tema “Volvió a llorar la Virgen” ese fatídico año.
Desde 2008 es el director general del Instituto Municipal de la Gaita “Ricardo Aguirre” (IMGRA), desempeñando una labor musical-educativa en las escuelas de Maracaibo, sembrando en los niños maracaiberos la forma musical que nos representa en el Caribe.
Desde allí ejerce su liderazgo de cantor con 45 años de carrera, de hombre emblema del género pascuero en toda la nación.
Danelo grabó un homenaje a “El cantor de la Isla” Víctor Alvarado. Antes lo había hecho con Pedro Palmar, cantando una de sus célebres décimas. Y durante muchos años ha ofrendado su fe y devoción a la Patrona Chinita con la agrupación Los Chiquinquireños.
Creo que este es el tiempo perfecto para que reconozcamos a Danelo Badell como el cantor de nuestra navidad, como la voz decembrina del occidente lacustre, que arriba a 62 años de vida plena:
“Un aroma decembrino
respira el venezolano
unidos como hermano
y pensando en positivo
época de reflexiones
de olvidar los malos ratos
vendrán tiempos mejores más gratos
y Dios nos dé bendiciones”.
(Elvis Cano, 1996).
Celebramos tu cumpleaños Danelo Enrique; apreciado cantor de la alegría. Gracias a tu voz hemos respirado un ambiente decembrino durante estos últimos años.
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