Manuel Paredes
De nuevo se produce una nueva detención de un ciudadano venezolano por expresar su opinión. Nelson Piñero fue apresado y llevado a juicio bajo la acusación de instigación al odio por sus escritos en las redes sociales. Esta
acción se enmarca dentro del contexto del referendo del Esequibo.
Es evidente que el régimen sabe que durante muchos años este tema no fue prioridad en su política interna ni externa, que en el mandato de Hugo Chavez se obviò el reclamo sobre ese territorio por mantener una relación no solo con el gobierno de Guyana sino con el CARICOM. Ahora ese tema no se puede abordar libremente porque puede ser considerado como una expresión de odio o de traición a la patria.
El pasado 21 de noviembre, Piñero fue sacado de su domicilio, en el estado Carabobo, por funcionarios de seguridad del Estado. La detención se practicó sin orden judicial y sin garantías al debido proceso, según denunciaron sus familiares. El procedimiento se asemeja al practicado contra los tuiteros detenidos entre 2014 y 2018.
El caso de Piñero abre un nuevo capítulo de detenciones por expresar una opinión en X (antes Twitter) sobre el gobierno de Nicolás Maduro. Entre 2014 y 2018, el Gobierno ejecutó razias contra usuarios de la red social por críticas y comentarios contra funcionarios públicos.
La critica al referendo, de acuerdo a esta acción que violenta la libertad de expresión es evidente. Recordemos que el 21 de noviembre Piñero hizo referencia al simulacro del referendo sobre Guyana. A través de X, criticó la
demora de los resultados electorales en Venezuela. En este caso, mencionó los “200.000 votos del simulacro del PSUV”, en comparación con Brasil,
Argentina y Ecuador, donde las cifras de electores pueden ser de hasta más de 100 millones, como en Brasil, y el ganador se conoce en tres horas. De manera que si existiese una representación por el No en las preguntas del
referendo esto no seria posible por considerarse una traición a la patria su promoción e instigación al odio de las autoridades, por lo cual se evidencia la maniobra de establecer una jugada de que tienen todas las posibilidades de ganar una elección.
Pero también estará la posibilidad de que ante la probabilidad de ser derrotados pueden establecer un estado de conmocion nacional y suspender las elecciones. Tambien podría darse el recrudecimiento de la represión por
considerar a sus oponentes traidores a la patria y ser juzgados por tal hecho.
Frente a esta situación no queda de otra alternativa que mantenernos unidos y firmes en la decisión de buscar la salida del régimen por la vida democrática pero sin negar el tomar la calle por la defensa de los derechos democráticos, de la libertad de expresión, de la libertad de los presos políticos y los aumentos de salarios y pensiones. Sin negar los derechos de Venezuela por el territorio del Esequibo, que en estos momentos de encuentra en el debate interimperialista entre China y Estados Unidos por el control de oro y de otros
minerales que allí existen.
Por ello, debemos proseguir con la organización en sus diferentes formas y plataformas que conduzcan a un solo objetivo: todas las luchas una sola lucha.
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El Pepazo